La ponencia ha sido organizada por el Servicio de Pastoral de la CEU-UCH y la Orden de Caballería del Santo Sepulcro, la Real Hermandad del Santo Cáliz y la Soberana Orden Militar de Malta en Valencia

A la izquierda, el ponente Jorge Manuel Rodríguez Almenar; Eduardo Tejada, que presentó al conferenciante; el vicerrector Francisco Javier Romero, que presidió el acto; José Luis Aguirre y José Ferraz.

El recorrido seguido por la reliquia a lo largo de los siglos y las pruebas científicas realizadas para confirmar su autenticidad centraron la conferencia sobre el Santo Sudario de Oviedo pronunciada por el presidente del Centro Español de Sindonología, Jorge Manuel Rodríguez Almenar. Esta conferencia, junto con la dedicada al cuidado del enfermo que pronunciará el padre Alfonso Pérez Guarinos, han sido organizadas por el Servicio de Pastoral de la Universidad CEU Cardenal Herrera, con la colaboración de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro-Sección Reino de Valencia, la Real Hermandad del Santo Cáliz-Cuerpo de la Nobleza de Valencia y la Delegación de Valencia de la Soberana Orden Militar de Malta.
Jorge Manuel Rodríguez Almenar comenzó por distinguir el sudario de Oviedo, con el que se cree que se pudo cubrir la cabeza de Jesucristo -tal y como obligaba la ley hebrea con los ajusticiados- de la Sábana Santa, que sí fue un lienzo funerario. El Santo Sudario, citado únicamente en el Evangelio de San Juan, es hoy una reliquia venerada en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo, declarada Patrimonio de la Humanidad, y donde ha tenido un culto ininterrumpido desde el siglo IX.
Está documentada su llegada a España a través de Cartagena, procedente de Jerusalén o sus alrededores, así como su presencia en Sevilla -siendo San Isidoro obispo, en el siglo VII-, y posteriormente en Toledo, hasta su llegada definitiva a Oviedo coincidiendo con el avance de la invasión musulmana en el siglo VIII. Desde el año 1000, diversos textos europeos hablan de la peregrinación a la reliquia, con lo que, según apunto el conferenciante, Oviedo pudo ser el precedente del camino de Santiago, cuya ruta norte, la más antigua, sigue pasando por la catedral ovetense.

Resultados científicos
Con respecto a las investigaciones para establecer la autenticidad del Santo Sudario, el presidente del Centro Español de Sindonología destacó el trabajo desinteresado llevado a cabo por un grupo de científicos entre los que se encuentra, pertenecientes a las más diversas disciplinas-químicos, físicos, antropólogos, microbiólogos, etc.-, que han estudiado la reliquia “no como un amuleto o un fetiche, sino como una prueba fehaciente que puede contribuir a documentar la vida de Jesucristo”. También destacó el interés inicial de los propios investigadores de la Sábana Santa de Turín, como Monseñor Julio Ricci y Max Frei, y el apoyo clave del entonces obispo de Oviedo, Monseñor Gabino Díaz Merchán, para poder iniciar el estudio científico de una reliquia tan venerada por los asturianos.
Entre los resultados de las investigaciones, todavía en curso Jorge Manuel Rodríguez Almenar destacó la antigüedad del lienzo, tejido a mano en lino; la simetría de las manchas de sangre que encajan con la colocación sobre el rostro; el grupo sanguíneo AB, escaso entre la población mundial, pero frecuente entre los hebreos; las especies de polen procedentes de Palestina extraídas de la tela; los restos de mirra y aloe, que se empleaban en la época para conservar un cadáver, etc. Resultados a los que todavía han de sumarse algunos más sobre las investigaciones en curso, que podrán ser publicados a lo largo de los próximos años para seguir aportando luz sobre el valor histórico y religioso de la reliquia.

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