En la mesa redonda participaron tres profesores del Grado en Medicina, facultativos en los hospitales General y Provincial de Castellón
Los especialistas abordaron la creciente prevalencia y los tratamientos de esta enfermedad

“Una pandemia no infecciosa. ¿Es la obesidad una enfermedad?”. Ese ha sido el título de la mesa redonda que organizó el CEU de Castellón el jueves pasado, coincidiendo con la semana en la que se celebraba el Día Mundial de la Salud.
En el encuentro participaron tres profesores del Grado de Medicina del CEU que ejercen su labor asistencial en dos hospitales de Castellón: la Dra. Marisa Peris (Jefa de Sección del Servicio de Medicina Interna en el Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón), que también coordinó esta iniciativa, así como los médicos adjuntos del Hospital General Universitario de Castellón Pablo Abellán (especialista en endocrinología y nutrición) y Marián Bennasar, especialista en Medicina Interna y experta en Obesidad y Riesgo cardiovascular.
“La obesidad se ha convertido en una pandemia, aunque no se trate de una enfermedad infecciosa. Estamos ante una patología muy frecuente, muy infradiagnosticada, muy infratratada y con unas comorbilidades muy importantes” advirtió la Dra. Peris.
‘Estamos ante una patología muy frecuente e infradiagnosticada, con unas comorbilidades muy importantes’
“La sociedad en general tiene información sobre las comorbilidades, pero poca sobre la obesidad como enfermedad en sí misma. Por eso nos propusimos organizar una jornada divulgativa destinada no solo a los futuros médicos, sino a toda la comunidad universitaria”, prosiguió la coordinadora de esta iniciativa.
“La obesidad tiene entre un 16 y un 17% de prevalencia a nivel nacional y de hasta un 11% en la población infantil y adolescente. Se trata de una enfermedad con un aumento anual de un 1,9% y se prevé que afecte a un 37% de la población adulta en 2035” advirtió la facultativa.
No obstante, la Dra. Peris señaló durante su intervención que se trata de una patología que tiene tratamiento: “multidisciplinar integral e individual”, subrayó.

Abordaje: consulta especializada
Precisamente, sobre los tratamientos pusieron el foco los especialistas en obesidad que acompañaron a la Dra. Peris en esta sesión divulgativa.
“Desde hace unos años, los pacientes con sobrepeso y algunas obesidades son tratados en Atención Primaria, mientras que los pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) mayor 35 kg/m2 con comorbilidad y los pacientes con IMC mayor de 40 kg/m2 candidatos a cirugía bariátrica son valorados por el Servicio de Endocrinología”, explicó la Dra. Bennasar.
“Por lo tanto, nos dimos cuenta que quedaba una horquilla muy amplia de pacientes con una patología grave e IMC de entre 30-35 kg/m2 a los que actualmente el sistema no estaba dando una adecuada cobertura; y en enero de 2023 decidimos poner en marcha en el Hospital General este novedoso proyecto de consulta (OBES 30-35) cuyos resultados son alentadores para seguir trabajando en ofrecer a la población obesa aquellos servicios que hagan que se sientan acompañados en todo el proceso de su enfermedad y poner así solución a su problema de salud”, explicó la especialista y responsable de esta consulta.
‘En la consulta OBES 30-35 trabajamos para ofrecer a la población obesa los servicios que hacen que se sientan acompañados en todo el proceso de su enfermedad’
“Debemos concienciarnos de que la obesidad es una enfermedad crónica con mucha comorbilidad asociada y que el riesgo de padecer enfermedades asociadas como la DM2 o la enfermedad cardiovascular aumenta cuanto mayor es el grado de obesidad, mayor es el tiempo de evolución y cuanto mayor es la edad del individuo. Por eso es fundamental ofrecer una consulta especializada para el abordaje integral del paciente obeso que garantice un diagnóstico adecuado y una valoración médica exhaustiva de las posibles complicaciones asociadas”, prosiguió.
“La Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y la Asociación Nacional de Personas que viven con Obesidad (ANPO) llaman a la acción social frente al impacto de esta enfermedad sobre la salud mental y cardiovascular. Obesidad, salud mental y salud cardiovascular están estrechamente interconectadas: la obesidad incrementa en un 30% el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en personas con obesidad y el aislamiento social y la soledad se relacionan con un 50% más de riesgo de enfermedad cardiovascular”, recordó la profesora de Medicina del CEU y facultativa del Hospital General de Castellón.


Nuevos fármacos
“Para tratar la obesidad, tenemos que eliminar su estigma, y llamarla por su nombre: enfermedad crónica basada en la adiposidad”, prosiguió el Dr. Abellán. “La acumulación excesiva y ectópica de la grasa, produce un estado inflamatorio crónico, con impacto metabólico (diabetes, hipertensión, dislipemia, enfermedad hepática metabólica, ciertos tipos de cáncer), mecánico (apnea obstructiva del sueño, artrosis, dolor, incontinencia, etc.), mental y socio-económico”, prosiguió el experto.
“Gran parte de las personas que intentan perder peso con dieta y ejercicio tienen dificultades en mantener el peso perdido, advirtió el profesor de Medicina del CEU. Sin embargo, subrayó, “actualmente, disponemos de dos fármacos de administración semanal subcutánea para tratar la obesidad, basados en terapias incretínicas (hormonas gastrointestinales), que consiguen reducciones promedio mayores del 15%, obteniendo beneficios que van más allá de la pérdida de peso”.
‘Para tratar la obesidad, tenemos que eliminar su estigma, y llamarla por su nombre: enfermedad crónica basada en la adiposidad’
Se trata, detalló el especialista del Hospital General de Castellón, de semaglutida, “un agonista del receptor de GLP1, a dosis altas (2,4 mg/semana), que ha demostrado reducir eventos cardiovasculares en personas sin diabetes con sobrepeso u obesidad que han padecido un evento cardiovascular previamente. Y de tirzepatida, un coagonista sobre GIP y GLP1, además de reducir el peso, consigue disminuir las apneas en personas con sobrepeso u obesidad que padecen el síndrome de apnea obstructiva del sueño moderada-grave”.
“Estos fármacos también disminuyen el peso y el dolor de rodilla en personas con obesidad y osteoartritis, y presentan beneficios en personas con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada. Tienen, además, un beneficio potencial, actualmente en investigación, sobre otras repercusiones de la obesidad, como la enfermedad hepática metabólica”, destacó.
“Los efectos secundarios, además, son digestivos, dependientes de las dosis, y se suelen atenuar con el tiempo. Aunque su alto coste y la ausencia de financiación por el sistema nacional de salud constituyen una barrera para su acceso”, advirtió el Dr. Abellán.
