El vicecamarlengo ha destacado, entre los rasgos identificativos del beato, su preocupación por “combatir muchas ideologías para lograr un nuevo mundo donde imperara el respeto entre las diferentes culturas y creencias religiosas”
Sábado, 18 de junio de 2011.- Santos Abril, vicecamarlengo de la Iglesia romana, ha afirmado que, tras ser nombrado Papa Juan Pablo II en 1978, decidió aprender castellano en forma de clases particulares que él le daba y en las que logró “rápidos avances” por el “inmenso amor que sentía por España”.
El vicecamarlengo ha realizado estas declaraciones durante el transcurso de la mesa redonda ‘Juan Pablo II: Modelo de santidad’ que ha tenido lugar en el salón de actos del Palacio de Colomina, sede de la Escuela de Negocios de la Universidad CEU Cardenal Herrera con motivo de la celebración de la primera actividad dentro de las ‘Jornadas sobre la figura del Papa en el siglo XXI’ organizadas por el Servicio de Actividades Culturales del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales de la CEU-UCH en colaboración con el Foro de Opinión.
Abril ha destacado los aspectos identificativos de beato: “Es uno de los tres pontífices cuya santidad ha sido reconocida por la Iglesia, la primacía de Dios en su vida y en su ministerio y su preocupación constante por combatir muchas ideologías con el objetivo de lograr un nuevo mundo donde imperara el respeto entre las diferentes culturas y creencias religiosas”.
“Uno de los rasgos que más me impresionó de Juan Pablo II y que muestra la grandeza de su persona fue su cercanía, su respeto y su cariño hacia el hombre; amando a Dios aprendió a respetar a todos los seres humanos”, ha subrayado el vicecamarlengo. “Quería ser la voz de los que no tenían voz, devolver la dignidad de las personas, especialmente de la mujer”, ha indicado.
Juan Miguel Díaz, decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, ha repasado algunos momentos de su vida sacerdotal vinculados a la vida de Karol Józef Wojtyła como Papa entre los que ha recordado el momento en el que contempló cómo desde la Plaza San Pedro se le eligió como Papa ante una numerosa muchedumbre o las horas que pasó arrodillado y concentrado para preparar una misa concelebrada en 1983 en Castelgandolfo.
Juan Vicente González Boo, delegado editorial de la Agencia Rome Reports y corresponsal de ABC en el Vaticano, ha declarado que, según su opinión, la santidad de Juan Pablo II “no fue fácil”. “Hizo un gran esfuerzo ante la adversidad y se hizo fuerte en la resistencia al marxismo y el comunismo”, ha subrayado.
Enrique Benavent, obispo auxiliar de Valencia, ha declarado que “la verdad de la vida de Juan Pablo II siempre fue por delante de sus palabras y prefirió sufrir por la verdad que hacer sufrir por ella”. “Su palabra fue una palabra de paz entre los pueblos enfrentados y entre las religiones que no pueden justificar ningún enfrentamiento entre los hombres”, ha indicado.
Martín Quirón, vicepresidente del Foro de Opinión, ha destacado la labor de la Iglesia en la sociedad actual basada en “trabajar para recuperar los valores de la sociedad que están desapareciendo”. “No podemos consentir el desprecio que hay en la actualidad hacia los padres o la falta de respeto a los mayores”.
Pilar Paricio, vicerrectora de Relaciones Institucionales de la CEU-UCH, ha afirmado sobre Juan Pablo II que “ha tenido la fuerza de un gigante ayudando a los cristianos para que no tengan miedo de serlo” y que Benedicto XVI continúa con el diálogo que inició en su día el beato.
La segunda jornada tendrá lugar el próximo 23 de junio en el Palacio de Colomina, sede de la Escuela de Negocios de la CEU-UCH, con la mesa redonda ‘Benedicto XVI: Un Papa cercano a la juventud’ con ponentes como el rector del Real Colegio Seminario Corpus Christi Juan José Garrido o la corresponsal de Cadena COPE en el Vaticano Paloma Gómez Borrero.
