Fernando Sánchez: «Si queremos ser líderes en innovación, debemos especializarnos en un sector»

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Rosa Estevan / 4º Periodismo

El Instituto de Diseño, Innovación y Tecnología (IDIT) de la UCH-CEU canaliza la investigación del profesorado de Arquitectura, Ingeniería y Diseño. Uno de sus sectores clave es la investigación en las tecnologías energéticas. Tanta es la dedicación que tienen los docentes, que el Instituto triunfa entre la comunidad científica. La construcción de una casa solar o la investigación en materiales para aerogeneradores son ejemplos de su exitosa labor. Fernando Sánchez, director del Instituto habla acerca de los proyectos actuales, del carácter emprendedor del alumno del CEU y de lo que España y Valencia necesitan para llegar a la cumbre de la innovación.

Pregunta. Toda la Universidad recuerda el espectacular  proyecto del coche eléctrico que alumnos y profesores del CEU construyeron y que se convirtió además, en el más eficiente de España. ¿En qué proyecto están trabajando ahora?

Respuesta. Fueron unos años de grandes logros gracias al esfuerzo de todos.   En el Instituto se están desarrollando diferentes proyectos. En nuestro grupo  estamos investigando en dos líneas principalmente. Una es cómo dotar de hidrógeno a la casa solar, que tantas alegrías nos ha dado, pues ganó el segundo premio en el Concurso Internacional Solar Decathlon Europe como mejor vivienda con balance energético eléctrico y la otra actividad es desarrollar materiales para la fabricación de palas de aerogeneradores.

El coche eléctrico IDEA CEU Car, con el que compitieron hasta 2014. / Foto: CEU

P. ¿Qué espacio tienen los alumnos en los proyectos del instituto?

R. En el ámbito de la investigación, nosotros trabajamos sobre todo, con alumnos de doctorado. Son estudiantes pero con los conocimientos asentados y con una exigencia de profesionales.

P. ¿Y con los alumnos de grado?

R.  Para ellos hay muchos proyectos en paralelo al Instituto que tienen un ámbito académico en la Escuela. El recorrido de un alumno hasta integrarse en el IDIT debe ser progresivo. A mí me gusta explicar en clase los proyectos que hacemos para que los alumnos vayan familiarizándose con lo que se van a encontrar cuando terminen la carrera. Las actividades que organizamos suponen un balance entre la formación, la referencia tecnológica y la referencia profesional. Todo lo que vaya paralelamente a la formación de aula son pequeños toques de realidad diferente, algo que también forma al alumno. Cuanto más acerque a mis alumnos al mundo empresarial, mejor preparados estarán para proponer alternativas reales y eso es al fin y al cabo emprender.

P. Dígame algo que aporten los alumnos de grado que no aporten los de doctorado  

R. Creatividad y frescura. Su falta de experiencia y rigor profesional les hace más libres para seguir una metodología más abierta, es una mano de obra y unas capacidades no condicionadas que nos aporta grandes dosis de imaginación. La prueba de ello es que con estudiantes de Diseño, Ingeniería y Arquitectura hemos desarrollado proyectos ambiciosos a partir de una clara premisa, que nadie los haya desarrollado anteriormente.

P. ¿Considera que los jóvenes son ahora más emprendedores?

R. Sin duda. Ahora son conscientes de que su futuro va vinculado a un empleo entorno a una empresa o bien a abrirse camino de forma autónoma. En mi generación no éramos tan sensibles a esto y sin embargo ahora en mis clases sí que noto la necesidad de emprender y estas ganas van en aumento. Son muchos los alumnos que cuando están en 4º de carrera intentan impulsar un negocio autónomo con algún compañero, la pena es que no se les den las oportunidades necesarias.

P. ¿Quiere decir que los alumnos quieren emprender pero el sistema les frena?

R. Exactamente. En España falta un marco de apoyo para el que quiera emprender. Cuando yo tengo una idea, necesito investigarla y desarrollarla, pero sin recursos es imposible. Otros países como Estados Unidos o los países nórdicos apoyan las nuevas ideas ofreciendo los instrumentos necesarios para su desarrollo y eso es lo que aquí falta. Tenemos la materia gris, tenemos las bases para ser líderes en innovación en varios sectores, pero falta apoyo gubernamental y canalizar el apoyo privado empresarial. Es necesario que los emprendedores autónomos sean apoyados, pues en la medida en la que un país tenga buenas empresas, tendrá buena capacidad de innovación y por lo tanto, la capacidad de desarrollarse.

P. Aún teniendo que ir a contracorriente del sistema para poder abrirse hueco, ¿conoce a algún antiguo alumno que haya triunfado con su proyecto?

R.Tenemos antiguos alumnos que ahora mismo lideran el diseño industrial de la Comunidad Valenciana. La gran mayoría de estudiantes de Diseño y Arquitectura que se han formado aquí han acabado creando una empresa. De manera que no han creado solamente un producto que les haya hecho célebres, sino que han logrado el éxito por emprender en torno a una actividad profesional.

P. ¿Qué entendemos por emprender?

R. He de decir que aquí confundimos al entender emprendimiento solo como la generación de un producto innovador que te hace tener éxito y ganar mucho dinero. Desarrollar una actividad profesional y aportar continuamente ideas creativas o innovadoras en el seno de una empresa también es emprender, lo que sucede es que en lugar de vender un producto, lo que aportas es tu actividad, tu propia capacidad de crear.

P.  Si tantos antiguos alumnos han apostado por emprender, ¿cree entonces que la formación que proporciona el CEU promueve la iniciativa personal del alumno?

R. La fomenta y mucho. El CEU pone a disposición de los alumnos instrumentos tan valiosos como charlas con expertos, jornadas con empresas, CEU Emprende o incluso la formación en idiomas.  Si hablamos del ámbito del diseño industrial, aquí se proporciona un aprendizaje vinculado al ejercicio profesional autónomo. Estoy seguro de que esta es una de las razones por la que los estudiantes deciden venir aquí .

P. Ya que me habla de CEU Emprende, ¿qué supone tener esta herramienta en la Universidad?

R. CEU emprende te da la posibilidad de poder disponer de instrumentos de formación para emprender, de canalizar tus inquietudes.

Casa solar ubicada en el parking de la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas. / Foto: CEU

P. ¿Y en el caso del IDIT, algún proyecto exitoso que destacar?

R. Sí, precisamente ahora, en el grupo de investigación, los profesores que trabajamos en él estamos muy contentos porque nos han dado un proyecto europeo, que es el máximo escalón en cuanto a la generación de proyectos científicos financiados por convocatorias públicas. Es un proyecto internacional en el que participan otros países como Reino Unido, Dinamarca y Holanda, así como también varias empresas multinacionales como GAMESA. La presencia de empresas hace más complejo el trabajo, pues tu idea tiene que desembocar necesariamente en un producto y por lo tanto, el rigor científico debe ser mayor.

P.  ¿En qué consite?

R. El proyecto tiene que acabar en este caso, en la creación de nuevos materiales para aerogeneradores que no se degraden con tanta rapidez. Es una necesidad a nivel internacional y la Unión Europea ha confiado en un grupo de empresas e instituciones para desarrollarlo. Tenemos mucho trabajo por delante.

P. ¿En qué se fijan a la hora de apostar por un proyecto?

R. En las empresas, pues son ellas las que generan necesidades. Nuestra economía está basada en que las empresas produzcan productos diferentes que sustituyan a los anteriores, por lo que las empresas son el motor de la innovación. Las empresas fabricantes de palas buscan una solución que haga la energía eólica más competitiva y ahí estamos nosotros para investigar y poder desarrollarla.

Documentación del proyecto de palas para aerogeneradores. / Foto F.S

P. Dentro de este proyecto multinacional, ¿en qué destaca España ?

R. Nuestro país es uno de los líderes europeos en potencia eólica instalada y también tiene empresas líderes en la fabricación de aerogeneradores como GAMESA o ACCIONA. Es líder en sectores como la construcción, la ingeniería, la energía eléctrica, y en otros sectores como el textil, la agroalimentación o la banca. España tiene en general, un importante tejido empresarial y capacidad de innovación. La obra más compleja que existe en el planeta podría hacerla una empresa española. De hecho la está haciendo, el AVE a la Meca. Tiene una dificultad enorme porque tiene que atravesar el desierto y es una empresa española la que ha conseguido el contrato.

P. Y dentro de España, ¿es Valencia una buena ciudad para emprender?

R. Valencia funciona como ciudad, como clima y como sociedad, pero en innovación tendríamos que seguir trabajando a nivel institucional y empresarial.

P. ¿Y qué es lo que deberíamos hacer en los próximos años para que nuestro país se convierta en líder en innovación?

R. En una sola palabra: especialización. Deberíamos tener tres ó cuatro focos de generación de innovación y que esos sectores fueran los más apoyados, de manera que nuestra actividad empresarial e investigadora se centre en ellos. Necesitamos recuperar cuanto antes ciertos ámbitos industriales. Si la Comunidad Valenciana recuperase su capacidad industrial en el calzado, habría innovación en ese sector. El secreto está pues, en especializarnos en lo que podemos ser realmente competitivos.