Elena Martinez-Sanchís Sanchis y Mª Teresa Pastor Gosálbez, profesoras del grado de Dirección de Empresas de la UCH CEU en Elche
En España el requisito (no es el único) para acceder a la universidad establece disponer del título de Bachillerato y superar la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad). Una vez superados estos requisitos, cada alumno obtiene su nota de admisión (NA). Esta es la calificación con la que el estudiante solicita plaza de acceso a un grado universitario. La NA es específica para cada titulación de grado y puede variar según el grado solicitado. La NA, en general, se calcula ponderando un 60% la nota media normalizada obtenida en 1º y 2º de bachillerato y un 40% la calificación de la parte obligatoria de la EBAU más la ponderación de la calificación obtenida en dos materias superadas en la fase voluntaria (hasta un 40% más).
Para acceder a la universidad la mayoría de las universidades utilizan este mecanismo como medida de acceso a sus grados (aunque no es la única forma de acceso según “Real Decreto 412/2014, de 6 de junio, por el que se establece la normativa básica de los procedimientos de admisión a las enseñanzas universitarias oficiales de Grado”). Por lo tanto, hay 2 variables a tener en cuenta al calcular la NA: la nota media de bachiller y la nota obtenida en la EBAU (no solo la nota de la EBAU).
Al analizar los resultados de ambas variables, su distribución a lo largo del tiempo (años 2015-2023) y por Comunidades Autónoma (CCAA), podemos observar que los resultados de la NA están distorsionados tanto por la nota media de bachiller como por la de la EBAU. Afirmamos que están distorsionados porque los resultados de los alumnos de algunas comunidades autónomas parece que siguen un determinado comportamiento, es decir, no se distribuyen “aleatoriamente”: algunas CCAA siempre se sitúan por debajo de la media nacional y, sin embargo, otras siempre se distribuyen por encima. Estos comportamientos no están correlacionados entre la nota de bachiller y la nota del EBAU. Si comparamos estos resultados con los resultados de las pruebas de PISA (evaluación externa, que realiza una comparativa internacional promovida por la OCDE a los jóvenes de 15 años de los diferentes países) la distorsión aún es mayor.
Principales resultados del análisis
– Los resultados de bachiller de algunas CCAA siempre se sitúan bien por debajo de la media o por encima (si pensáramos que este resultado es una medida de las capacidades de los alumnos, deberíamos encontrar que estas capacidades están distribuidas de igual manera en el territorio nacional y esto no es lo que sucede).
– Además esa distribución de resultados por CCAA no coincide con la distribución que se obtiene, por ejemplo, de una prueba de evaluación externa como es PISA. Esta prueba podría parecer más objetiva como medida de sus capacidades académicas ya que es la prueba de referencia internacional que se utiliza para ello.
– La distribución de las calificaciones de la EBAU y de bachiller por CCAA no siguen el mismo patrón respecto a la media
Al analizar los resultados de la nota media de 1º y 2º de bachiller, los resultados de la EBAU y la nota de acceso al grado por comunidades autónomas, durante el periodo 2015-2023 (UNIVbase (universidades.gob.es)), encontramos algunos resultados sorprendentes que presentamos a continuación.



Diferencias entre regiones
Si observamos la distribución de los resultados de Bachiller por CCAA con respecto a la media, se constatan notables diferencias entre regiones. Estas distribuciones tan diferentes podrían explicarse por las características de los diferentes sistemas educativos implementados por las Comunidades Autónomas. Por esa razón, la variable que utilizamos como variable de control para diferenciar los resultados de los diferentes sistemas educativos son los resultados de la prueba PISA.
Durante el período 2015-2023 hay 6 comunidades que han obtenido siempre notas de bachiller por encima de la media nacional. Estas comunidades son: Andalucía, Asturias, Canarias, Extremadura, Murcia y el País Vasco. Nos parece relevante destacar que, excepto Asturias, el resto de estas comunidades han obtenido resultados de PISA por debajo de la media de España durante este periodo (los años evaluados por PISA son: 2015, 2019, 2022). Sin embargo, no todas estas comunidades obtienen resultados por encima de la media en la EBAU, que parece igualar un poco las diferencias ya que hay más comunidades alrededor de la media y entre ellas, Andalucía, Asturias y Canarias.
Por el contrario, País Vasco, Murcia y Extremadura son CCAA que presentan resultados de la EBAU y Bachiller por encima de la media para todo el periodo analizado y, sin embargo, los resultados en PISA las sitúan por debajo de la media. En el otro extremo de la distribución de las notas medias de Bachillerato, encontramos a 7 comunidades autónomas que durante el período 2015-2023 han obtenido siempre notas medias por debajo de la nota media del total de las comunidades. Estas comunidades son Baleares, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra y La Rioja. De estas 7 regiones, sin embargo, Cantabria y La Rioja obtienen unos resultados de la EBAU por encima de la media. De este modo, podríamos deducir que la nota de bachiller lastra a estas dos regiones en su nota de acceso. Llama la atención el caso de Cantabria que, además de presentar nota media de EBAU por encima de la media, obtiene buenos resultados (con respecto a la media) en PISA durante todo el período.
Otra región que merece la pena resaltar es Galicia que, a pesar de que sus resultados de PISA son muy buenos, tanto los resultados de Bachillerato como de la EBAU están por debajo de la media. Baleares y la Comunidad Valenciana mantienen resultados de la EBAU también por debajo de la media.
Interpretación de los resultados
Si consideramos las comunidades que se encuentran cercanas a la media tanto en los resultados de la EBAU como en Bachiller, vemos que el número de comunidades es mayor para la EBAU, de modo que esta prueba presenta menor dispersión de los resultados. Durante el período 2015-2023, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, obtienen resultados de Bachiller cercanos a la media. Si consideramos la EBAU, habría que añadir Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña y Navarra y quitar a Castilla-León (la cual tiene buenos resultados en la EBAU).
Este análisis nos indica que las notas de la EBAU presentan menos dispersión, es decir hay más CCAA cuyos resultados se comportan alrededor de la media (el doble, han pasado de 4 a 8). Además, teniendo en cuenta que el peso de la EBAU (parte general) en la nota de acceso a la universidad es del 40% frente al 60% de la nota de bachiller, podríamos deducir que la nota de bachiller es el elemento que más distorsiona la NA.
Si, por último, consideramos el porcentaje de alumnos con notas de acceso entre 9 y 10, vemos que su distribución por CCAA también distorsiona el acceso a la universidad. Las comunidades con un porcentaje más elevado de este alumnado (18,2% y 17,7%, con 7 puntos por encima de la media), son Murcia y Extremadura. En estas dos comunidades los alumnos están por debajo de la media en PISA y, sin embargo, sus notas modifican las notas de acceso de las carreras más demandadas, presionando al alza las notas de corte de los grados con mayor escasez de plazas. En el otro extremo nos encontramos con Galicia, con un escaso porcentaje de alumnos entre 9 y 10 (9,9%). Los alumnos de Galicia, por tanto, se ven perjudicados a pesar de que sus resultados de PISA son relativamente buenos. Baleares es la CCAA con un menor porcentaje (5,7%) aunque sus resultados de PISA tampoco son buenos.

Conclusiones
Utilizar la NA como mecanismo para atraer los estudiantes con mejores capacidades (sobre todo para aquellas titulaciones en las que haya más solicitudes de acceso al grado correspondiente que plazas ofertadas) no parece un buen mecanismo, puesto que las NA entre 9 y 10 distorsionan todavía más los resultados por CCAA. De esta manera, podemos encontrarnos que las escasas plazas de un determinado grado ofrecido en una CCAA no se asignan a alumnos con buenos expedientes de esa CCAA asignándose a otros alumnos que proceden de otras CCAA con resultados históricamente superiores en la EBAU y en Bachiller, aunque no necesariamente mejores alumnos (según PISA).
La diferencia en el acceso a la universidad por CCAA, sobre todo en aquellos grados en los que hay una nota de corte elevada, resulta muy distorsionada por el lugar de origen donde se han cursado los estudios de bachiller y esto tiene implicaciones en la distribución del alumnado en las titulaciones. Distribución que puede no tener relación con las capacidades académicas, sino con las políticas educativas de cada universidad que, a su vez, se ven condicionadas por el tipo de alumno que accede. Quizás una prueba de acceso diferente a aquellos grados en los que hay una gran demanda permitiría asignar plazas de forma más justa por conocimientos, aunque pondría de manifiesto las carencias educativas por CCAA que ya hoy apunta PISA.