Se graduó el pasado curso en Educación Infantil y ahora está en Irlanda, trabajando con niños para ampliar sus horizontes y para reforzar su inglés de cara a las oposiciones. Pero este reto no le ha impedido volver virtualmente al CEU hace unos días para demostrar a los estudiantes el valor pedagógico del arte. Así lo constató aplicando su proyecto (inspirado en la artista japonesa) en un aula real durante sus prácticas universitarias y recogiendo esta experiencia en su TFG, calificado con Matrícula de Honor

Tus prácticas escolares, en un colegio de Vila-Real, y tu posterior Trabajo Final de Grado (TFG) tuvieron como protagonista al arte y, en concreto, a Yayoi Kusama. ¿Por qué ella? 

Fue una elección fácil y rápida. Inicialmente pedí a María José, la profesora de Educación Plástica y Visual, que me aconsejara sobre mujeres artistas. Quería dar un valor importante a la figura de la mujer dentro del arte.  

Me puse a investigar entre todas aquellas grandes artistas que la profesora me había nombrado y fue cuando vi a Yayoi Kusama.  

Ella tiene todo lo que yo buscaba para mis alumnos. Con ella, sus pinturas, instalaciones, su historia y su personalidad conseguí ofrecer a mi alumnado todo lo que quería transmitir.  

También la escogí a ella para el TFG porque considero que es una gran mujer que, aunque tenga una avanzada edad, sigue creando conceptos increíbles. Pretendía que el profesorado y el resto de personas que vieran y leyeran mi TFG la conocieran y recordaran su nombre, que tuvieran la misma curiosidad que yo tuve por investigar sobre ella.  

«Trabajar durante meses sobre Yayoi Kusama y el arte aportó a los niños confianza, seguridad, creatividad, autonomía e imaginación»

Desde luego, el tribunal dio la máxima calificación a tu trabajo. Pero, como decíamos, esta propuesta también la habías implementado en un aula real. ¿Cómo la vivieron los niños?  

Mi proyecto de prácticas, «Yayoi Kusama y los pequeños artistas», superó con creces mis expectativas. El primer día, Yayoy (yo disfrazada) se presentó en clase para contarnos su historia y enseñarnos muchas de sus grandes obras. El alumnado estaba emocionadísimo y totalmente entregado.  

Durante todo el proyecto, seguimos «en contacto con ella» mediante videollamadas simuladas (en las que yo, disfrazada de Yayoi, conectaba con mi aula, a la que había acudido otra profesora, e interactuaba personalmente con ellos) y cartas, por lo que para los niños era como ser los protagonistas de su propia historia.  

Pasados unos meses desde que finalizamos nuestro proyecto, el alumnado seguía preguntando por ella, por cómo estaba, por si podía venir algún día o enviarnos una carta… Estaban realmente emocionados.  

Trabajar durante meses sobre Yayoi Kusama y el arte les aportó muchos aprendizajes significativos. Pero si tengo que destacar algunos, serían confianza, seguridad, creatividad, autonomía e imaginación. 

No cabe duda de que estás convencida del potencial del arte en la educación… 

Estoy segura, sí. Lo he comprobado en las prácticas y en mi TFG, que muestra cómo impartir una educación de calidad ofreciendo al alumnado una enseñanza real y significativa a través del arte.  

Con el arte, los niños pueden aprender todos los conceptos incluidos en las tres áreas de conocimiento del currículo de Educación Infantil. Con una actividad tan simple como pintar un lienzo con pinturas, trabajan conceptos como la autonomía, el respeto por sus creaciones y las del resto, compañerismo, motricidad fina y gruesa, cantidades, texturas, mezclas, colores, limpieza y cuidado… podría hacer una lista mucho más larga.  

Tiene que ser muy estimulante poner en práctica, con niños y en aulas reales, este tipo de proyectos, ¿verdad? 

Desde luego. El proceso de prácticas es un período crucial en la carrera. Es cuando realmente te das cuenta de lo que conlleva ser docente, de la importancia que tiene nuestro papel para el futuro de los niños.  

Es un momento en el que hay que observar continuamente al alumnado, informarse, preguntar, formarse y anotar. Es en las prácticas donde tenemos la oportunidad de enriquecernos de los conocimientos de otros docentes y donde podemos aportar nuestro granito de arena, nuestra ayuda y pasión por la enseñanza.

«El proceso de prácticas es un período crucial en la carrera. Te das cuenta de la importancia del papel del docente para el futuro de los niños» 

Sin duda. Paula, el otro día volviste al CEU, en conexión digital, para contar tu experiencia a los estudiantes en la asignatura Educación Plástica y Visual. ¿Esta asignatura fue la que te inspiró a considerar el valor pedagógico del arte? 

Sí. La vivencia con mis compañeras en la instalación artística-lumínica que realizamos en el aula fue la guinda de la asignatura. Ahí fue donde empecé a interesarme realmente por el arte, las instalaciones, performance, esculturas y la infinidad de artistas que todavía desconocemos.  

Fue una experiencia maravillosa que vivimos como grupo y, utilizando luces y material reciclado, pudimos crear algo mágico. Gracias a ello, en muchas de las experiencias que ofrecí a los niños, utilizamos materiales reciclados, les dimos una segunda vida y los convertimos en arte.  

Imagino que tendrás ganas de ejercer profesionalmente como maestra para continuar poniendo en marcha iniciativas como esta … 

¡Por supuesto! Tengo anotadas muchas ideas similares para realizar en un futuro. Mientras, sigo investigando y formándome sobre las diferentes posibilidades del arte. De hecho, algunas de ellas como diferentes performance, instalaciones o land art ya las apliqué dentro del aula y dieron resultados realmente positivos.  

Creo que las vivencias y experiencias en las que el alumnado es el protagonista y participa desde el inicio al fin, y se muestra entusiasmado y asombrado, son las que harán que su aprendizaje se convierta en significativo y duradero.  

Por cierto, que he ofrecido mi TFG al profesorado de Infantil de otro centro educativo de Vila-Real y lo han llevado a cabo consiguiendo aprendizajes y momentos realmente valiosos para los niños.  

Pues eso se merece un aplauso, Paula. Antes de abordar el presente y el futuro, ¿contenta con tu etapa universitaria en el CEU?  

Estoy muy agradecida por haber realizado esta carrera universitaria. He aprendido infinidad de cosas sobre la educación y la enseñanza. Hemos realizado salidas de campo, conferencias comidas y fiestas. He tenido compañeros increíbles que se han vuelto grandes amigos y he conocido profesores que realmente tenían vocación por enseñarnos todo lo que sabían.  

Ya no solo el equipo docente, sino el personal de Nuevo alumno, Secretaría, limpieza y cafetería han sido geniales. Valoro mucho la relación del profesor-alumno en la universidad, pues al final pasamos el día con ellos y siempre están dispuestos a ayudarnos. Se crean unos lazos y una cercanía muy bonitos.  

Animo a aquellas personas que estén indecisas a realizar la carrera, ya que es la mejor decisión que he tomado. A día de hoy, me siento totalmente capacitada para ser una más del equipo docente, pero por supuesto sin dejar de formarme continuamente.  

«Valoro mucho la relación del profesor-alumno en el CEU, pues al final pasamos el día con ellos y siempre están dispuestos a ayudarnos»

En tu caso, además, decidiste cursar la carrera tras realizar dos ciclos formativos… 

Sí. Uno medio de Atención a personas en situación de dependencia y el superior de Educación Infantil.  

Pues nos alegra mucho que decidieras dar un paso más en tu formación y que lo hicieras con nosotros. Vamos a la actualidad. Cuéntanos qué haces en Irlanda. 

Sí. Trabajo como au pair para mejorar mi nivel de inglés y prepararme bien para las oposiciones. La experiencia de ir a otro país a vivir y adentrarte en una familia nueva es realmente maravillosa. Estoy aprendiendo sobre sus costumbres y sus tradiciones, descubriendo cada rinconcito de Irlanda y conociendo a gente de todo el mundo.

Ya en la carrera eras una persona muy proactiva, que compaginaba trabajo y estudio… 

Sí, trabajé durante toda la carrera, supongo que como muchos otros compañeros. Mi familia siempre me ha animado a trabajar y tener mi autonomía e independencia.  

Al salir de clase, iba a dar extraescolares en un centro educativo y, al acabar, daba repaso a niños y a adultos con necesidades especiales. Los fines de semana los compaginaba entre trabajar de camarera y de monitora de ocio y tiempo libre en eventos como comuniones o bodas.  

La verdad es que, al inicio de la carrera no me resultó fácil, pero se puede compaginar perfectamente con una buena organización y metodología. Dejando tiempo para el estudio y el ocio, claro (risas).  

«La experiencia de ir a otro país a vivir y adentrarte en una familia nueva es realmente maravillosa»

¿Qué planes tienes ahora? 

Primero quiero finalizar mi experiencia en Irlanda aprendiendo el máximo inglés posible. Una vez concluya esta etapa, mi objetivo es trabajar duro para conseguir sacar plaza en las oposiciones de Educación Infantil.  

También me gustaría seguir formándome y realizar un máster relacionado con la educación especial. Son conceptos que tengo en mi mente. Ya veremos cómo van evolucionando…  

A por ello. Muchas gracias y todo el éxito del mundo. 

Muchas gracias. 

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