A través de talleres basados en la gamificación, los futuros maestros que se están formando en el CEU de Castellón aprenden a promover el hábito lector en los niños

Cualquier excusa es buena para animar a leer y escribir a los más pequeños. Basta con crear un escenario ficticio que permita a los niños desarrollar la imaginación y la creatividad, resolver problemas, consensuar soluciones y contribuir a un producto final, en equipo, que fomente la lectura y la expresión escrita. Es lo que han descubierto, en primera persona, los estudiantes de la asignatura Literatura, Literatura Infantil y Fomento del Hábito Lector, de 3º de Primaria del CEU de Castellón. Gracias al taller de escritura creativa “La escena del crimen”, impulsado por la profesora Elena Amiguet, los futuros maestros han experimentado esta actividad basada en la gamificación que podrán aplicar en el aula, adaptándola al nivel de los escolares, cuando ejerzan como docentes. 

El reto ha puesto a prueba las dotes ‘detectivescas’ de los estudiantes de Magisterio en una ‘escena del crimen’

En este caso, el reto ha puesto a prueba las dotes detectivescas de los participantes en una «escena del crimen» con diez pistas dispuestas ordenadamente en una vivienda simulada. Los estudiantes-detectives, distribuidos por parejas, disponían de dos minutos para inspeccionarla, tras los que han debatido y consensuado los motivos del delito cometido.  A continuación, han redactado, utilizando jerga policial y en clave periodística, una noticia sobre el suceso, que han leído a sus compañeros. Una vez compartida su propuesta de noticia, se les ha facilitado la real y se ha comprobado hasta qué punto habían sido atinadas sus deducciones. Las más originales y verosímiles han recibido un premio simbólico. Así lo cuentan los estudiantes:

«Mi papel como futura docente es la creación de nuevas estrategias para incentivar la lectura de una forma diferente a la que están acostumbrados los niños»

Lucía Mínguez.
Estudiante de Magisterio. CEU de Castellón

Estrategias para el aula

«Después de participar en este taller, he aprendido que, con la simple escenografía, se puede trabajar interdisciplinariamente en el aula. Creo que esta estrategia incentiva al alumnado a la lectoescritura, interpretación y comprensión de algo que han observado en un par de minutos», destaca la estudiante de Magisterio Cristina Martínez, para quien este tipo de actividades, basadas en la resolución de problemas, promueven que el aprendizaje de los alumnos sea «más significativo y globalizado». La futura maestra, consciente de que para alcanzar este y otros retos docentes existen muchos otros caminos, subraya la importancia de la formación en nuevas metodologías con el objetivo de aprender a implementarlas en las aulas reales.

«He aprendido que, con la simple escenografía, se puede trabajar interdisciplinariamente en el aula, y creo que esta estrategia incentiva al alumnado»

Cristina Martínez.
Estudiante de Magisterio. CEU de Castellón

«Basándome en lo que he observado en las prácticas que he realizado este curso, añade su compañera Lucía Mínguez, la lectura ha ido decayendo en los últimos años. Así pues, mi papel como futura docente es la creación de nuevas estrategias para incentivar la lectura de una forma diferente a la que están acostumbrados los niños, con clases de lengua y literatura que van más allá de aquello que conocemos». «¿Por qué siempre tenemos que recurrir al mismo tipo de técnicas que nos han enseñado una y otra vez?», se pregunta la estudiante de Magisterio. Y añade:»Somos la generación del cambio, la de crear nuevos tipos de enseñanza y dar un giro a la enseñanza tradicional. Y para ello, son fundamentales este tipo de clases experimentales», asegura.

«Esta actividad me parece una gran idea para el disfrute y aprendizaje de los alumnos y, cómo no, de los propios docentes»

Miriam Boira.
Estudiante de Magisterio. CEU de Castellón

Igual de satisfecha con la experiencia se muestra Miriam Boira, para quien este taller «es una de las mejores formas de combinar la lectura con la imaginación de los alumnos». La estudiante está convencida de que experimentar estas vivencias en primera persona hace que los estudiantes integren los aprendizajes de una forma más lúdica y efectiva y los apliquen en la vida cotidiana, porque no es lo mismo leerlo que vivirlo», subraya.

«Todo nuestro entorno, añade la alumna, está repleto de lecturas que leemos consciente e inconscientemente, como carteles publicitarios, periódicos, señales de circulación, menús de bares o restaurantes… elementos reales que pueden utilizarse en el aula para promover la lectura en el alumnado de Educación Primaria». «En definitiva, concluye, esta actividad me parece una gran idea para el disfrute y aprendizaje de los alumnos y, cómo no, de los propios docentes».

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