Los estudiantes de Magisterio del CEU de Castellón analizan la compatibilidad entre ambas: trabajando en el aula y en un encuentro con Vicente Navarro de Luján
Uno de los valores transversales que deben acompañar a todo universitario, y específicamente a los maestros, es la capacidad de pensamiento crítico que le permita tomar decisiones basadas no solo en la intuición, sino en la reflexión que nace de sopesar el conocimiento.
Con este objetivo en mente, los profesores de la asignatura Enseñanza y aprendizaje de las ciencias del Grado en Educación Primaria del CEU de Castellón, Francisco Pardo y Margarita Fernández, han retado a los estudiantes a analizar los argumentos y las evidencias de la compatibilidad entre ciencia y fe, “vistas ambas como dos métodos complementarios de la aproximación a la realidad”, señala Francisco Pardo.
Los profesores han retado a los estudiantes a analizar «estos dos métodos complementarios de aproximación a la realidad»
Precisamente, una de las obras que reflexiona sobre esta compatibilidad es el libro “Dios, la ciencia, las pruebas”, de Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies, sobre el que los futuros maestros han trabajado en el aula a lo largo de un mes y también durante un reciente encuentro con el rector honorario de la Universidad CEU Cardenal Herrera Vicente Navarro de Luján, en el Palacio de Colomina. “Fue un enriquecedor diálogo con un referente intelectual que sabíamos que iba a aportar valiosos puntos de vista a nuestros estudiantes”, destacan los docentes.
Cómo, por qué y para qué
“La ciencia y fe han ido de la mano a lo largo de la historia del cristianismo. Muchos de los grandes avances científicos y de la civilización han sido realizados por personas creyentes o incluso religiosos. Y, a pesar de ello, durante los últimos siglos se ha intentado separar esta unión afirmando que la religión es enemiga de la ciencia”, señala la profesora Fernández.
“En nuestra sociedad hay una tendencia a considerar como verdadero solo lo que puede ser probado científicamente, y como falso lo que no puede serlo. Esta es una falacia producto de un cientifismo que muchos científicos han rebatido”, prosigue su compañero.
«Muchos de los grandes avances científicos han sido realizados por personas creyentes e incluso religiosos»
“A partir de este libro y en este reciente encuentro con Vicente Navarro de Luján, nuestros alumnos han comprobado cómo a lo largo de la historia ha existido un acercamiento y distanciamiento entre una y otra”, continúa Margarita Fernández.
“Y han aprendido que el conocimiento científico, y su avance, no tiene por qué entrar en choque con la cosmovisión de la fe. Es decir: la ciencia se ocupa de responder al cómo mientras que la religión se centra en el significado y finalidad de lo que existe. Dicho de otro modo: de responder al porqué y al para qué”, concluye el profesor Pardo.