• Investigadoras y profesoras del CEU de Elche reflexionan sobre sus oportunidades y retos en el ámbito científico en España

Reivindicar el papel de las mujeres en la ciencia, con una mirada multidisciplinar y reclamando una visibilidad que se han ganado con mucho sacrificio. Así lo ven un grupo de investigadoras del área de Salud de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Elche. Entre ellas, Esther Mancheño y Vanesa Escudero, que investigan sobre el tratamiento contra el cáncer con células madre, la primera, y con la monitorización de fármacos, la segunda. O Maite Pinedo, la primera mujer en acceder a la Academia de Enfermería de la Comunidad Valenciana. También María Torres Figueira, quien investiga sobre la mejora e implementación de nuevos registros en Enfermería. O Noelia Rodríguez matrona especializada en la investigación sobre la influencia de la vacunación materna como elemento estratégico para la Salud Pública. Son profesionales de la Salud, profesoras universitarias e investigadoras. Y todas coinciden en que su decisión de interesarse y dedicarse a la Ciencia es vocacional.

Maite Pinedo, miembro de la Academia de Enfermería de la Comunidad Valenciana

¿Qué estudiar si te gusta la Ciencia?

“Enfermería tiene varias vertientes la asistencial, la docente, la gestora y la investigadora y esto es lo que más me atrajo”, arranca María Torres. Para esta supervisora del Departamento de Docencia, Formación e Investigación de la Dirección de Enfermería de los hospitales universitarios del Vinalopó de Torrevieja, la decisión estaba motivada. “Me atraía todo lo relacionado con el campo de las Ciencias de la Salud y, en concreto, el cuidado de la salud”.

Esther Mancheño, que ha participado en 4 proyectos de investigación financiados, en convocatorias públicas y privadas, también lo tenía claro desde el principio, con un matiz añadido. “Consideraba que la cultura relacionada con las letras la podría aprender leyendo y viajando, pero para aprender ciencia iría a la Universidad”, asevera.

La inspiración a Maite Pinedo le vino tras asistir a unas actividades sobre vacunación a la población escolar organizadas por Cruz Roja en su colegio. “Con 14 años me sentí atraída por su trabajo en intervención social con colectivos vulnerables o nuevos retos e intervenciones comunitarias”, asegura esta doctora en Enfermería. Esta vocación de ayudar a los demás también influyó en Noelia Rodríguez, integrante del Grupo de Expertos Multidisciplinar de la Gripe de la Comunidad Valenciana. “Las ciencias te ayudan a entender los procesos internos que nos hacen ser como somos, de forma biológica. A poner valor a lo que realmente importa en la vida. En mi caso, a contemplar lo más maravilloso del mundo, el nacimiento de un nuevo ser”, reconoce esta enfermera, supervisora del Área de la Mujer del Hospital de Villajoyosa.

María Torres Figueiras en una sesión formativa

¿Qué motiva a un investigador?

“La investigación es un tema de justicia con la profesión. Implica haber conseguido el pleno desarrollo académico y es un hito histórico la transformación lograda”, advierte Maite Pinedo. Para esta licenciada en Antropología Social y Cultural, la investigación en Enfermería aporta algo esencial en Salud. “Es la única manera de conocer cuáles son los mejores cuidados, y de avanzar para mejorar la práctica asistencial”. Algo en lo que coincide María Torres. “El mejorar nuestra asistencia a los pacientes y la calidad de los cuidados que les ofrecemos. El objetivo es el camino de la evidencia científica, demostrándolo con investigaciones que nos ayuden a aunar las mejores prácticas y disminuir la variabilidad clínica de la misma”.

En el caso de Noelia Rodríguez, la docencia y el trabajo con los estudiantes, la tutorización en las prácticas clínicas y las sesiones con mis colegas, “me hizo darme cuenta de que debía seguir estudiando”. Para esta especialista en Obstetricia y Ginecología, la investigación “se ha convertido en una constante en mi vida. Trabajo artículos durante meses, de forma coordinada con compañeros que tienen las mismas inquietudes. Y esto es muy gratificante”.

E igualmente motivador es para Esther Mancheño comprobar cómo se sigue luchando desde la Ciencia para estudiar, comprender y enfrentarse a todo tipo de crisis sanitarias. “Tanto en el pasado como en la actualidad, con el virus SARS Cov-2”, remacha, al tiempo que pone el acento en el papel de las mujeres en la ciencia y su mirada multidisciplinar.

Oportunidades y visibilidad de las científicas

Cuando se les cuestiona sobre las oportunidades, proyección y visibilidad de las mujeres en la ciencia frente a sus colegas científicos, la respuesta es coincidente. “Tenemos las mismas oportunidades, pero tenemos que hacernos más visibles”, afirma María Torres, miembro del consejo editorial de la revista Investigación y Cuidados. “Son muchas las investigadoras a lo largo de la historia que han logrado grandes cosas. Y también en el día a día se llevan a cabo numerosas investigaciones”, recalca.

Y es que actualmente el factor de género no incide tanto en este sector, según Esther Mancheño. “No te dan una beca de investigación o una plaza en la universidad con mayor facilidad por ser hombre o por ser mujer. Aquí lo que cuenta son los méritos a nivel académico. Seguro que en pocos años tendremos el mismo número de laboratorios dirigidos por mujeres que por hombres”. concluye.

Y, además, la incorporación de las mujeres en la ciencia ha aportado cambios, pese los esfuerzos añadidos de este colectivo por la maternidad. “Las universidades de ciencias biomédicas, están llenas de mujeres. Esto es importante, porque cambiará la medicina paternalista a una medicina más participativa e innovadora”, advierte Noelia Rodríguez.

No obstante, Maite Pinedo reconoce que todavía queda camino por recorrer. Por ejemplo, con la financiación para investigar. “Los estudios muestran que los investigadores hombres reciben más fondos para investigar que las mujeres. Es decir, ellas reciben menos subvenciones para la investigación. Por consiguiente, también es menos probable que aparezcan como investigadora principal y/o la primera autora. Y es sabido que el número de publicaciones es uno de los mayores activos, y que son puntos en la carrera por la productividad”.

Esther Mancheño, doctora en Farmacia e investigadora en la UCH-CEU

La plena integración de las mujeres en la ciencia

¿Y qué hace falta para que se produzca una plena integración de las mujeres en los ámbitos científicos? María Torres, ponente en congresos y jornadas internacionales y con una decena de artículos publicados en revistas científicas, lo tiene claro. “Hace falta un mayor impulso en los planes científicos para aumentar los proyectos en los que poder participar. Cuantos más proyectos y ayudas existan, mayor será el impulso de la ciencia en general para generar conocimiento. Y algo muy importante, retenerlo en las organizaciones, países etc.”.

Para Maite Pinedo, quien recuerda que “las mujeres ya conforman más del 53% del alumnado universitario”, existen factores difíciles de superar para el desarrollo de una carrera científica. Entre ellos, “los sesgos relacionados con la maternidad y los cuidados o la valoración de su verdadera capacidad para liderar un proyecto de investigación. La desigual disponibilidad de tiempo para dedicar a la ciencia entre hombres y mujeres ha sido puesta de manifiesto en investigaciones sobre género y ciencia”. Ante ello, Noelia Rodríguez apunta con humor: “Estamos en los ámbitos científicos, pero a veces no se nos oye como a los hombres. ¡Tendremos que hablar más alto!

A lo que Esther Mancheño añade otro hecho relevante, pese a que en la actualidad haya mujeres brillantes en las aulas como estudiantes o como docentes y en los laboratorios investigando. “El verdadero problema es lo complicado que resulta poder dedicarte a la investigación en España, algo que no ocurre en determinados países del extranjero. Muchos compañeros hacen carrera investigadora fuera de España, pues no les queda otro remedio si quieren dedicarse a la ciencia. Luego regresar tampoco resulta sencillo. Es relativamente fácil hacer un postdoctoral en el extranjero y muy difícil realizarlo en España, falta financiación en ciencia”, asegura.

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