El historiador y teólogo, catedrático de  Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología “San Vicente Ferrer” de Valencia, expone las verdades y mitos de la Inquisición española en el ciclo de conferencias Dies Academicus organizado por el CEU

Martes, 20 de abril de 2010. Esta mañana el doctor en Historia por la Universidad Gregoriana de Roma, Miguel Navarro Sorní, ha participado en el ciclo de conferencias del Dies Academicus, organizado por el Servicio de Pastoral de la Universidad CEU Cardenal Herrera, que dirige el capellán José Francisco Castelló. Tras una pormenorizada descripción de la Inquisición medieval y moderna, particularmente de la Inquisición española, el teólogo ha destacado “que en todas las épocas se han dado dispositivos de control social, dirigidos a salvaguardar los valores en que se basa una sociedad”. Esta es la función que, según Miguel Navarro, “cumplía la Inquisición en su época”. Si bien ha matizado que “el fin no justifica los medios”, refiriéndose a que esto no se realizó de la manera ni con los medios más adecuados.

Para Miguel Navarro lo verdaderamente importante es plantearse si estos actos “están en consonancia o no con el espíritu de Jesús”. En este sentido ha matizado que “se tenía derecho a proteger los valores sociales, pero no con los medios coercitivos y los castigos con los que se hizo”, que a la larga “se mostraron contraproducentes para la Iglesia”, si bien en su momento no eran criticados y se tenían por normales. El también doctor en Historia por la Universidad Gregoriana de Roma ha concluido esta reflexión afirmando que “la fe no puede imponerse por la fuerza”.

El teólogo también ha tratado la repercusión que han tenido estos acontecimientos entre los cristianos de hoy en día y ha declarado que “los cristianos actuales no tienen la culpa de todos estos acontecimientos, pero podemos aprender de ellos, para no caer de nuevo en los mismos errores”. Miguel Navarro también ha resaltado la importancia de que “todos los cristianos supieran enfrentarse a estos hechos con datos y estudios bien documentados, sin caer en el anacronismo de juzgar estos hechos con los criterios actuales, sino tratando de comprender la mentalidad de entonces”, y ha concretado que era una época en la “Dios y la fe eran valores muy importantes, que formaban parte del patrimonio fundamental de la sociedad, y había que defender con denuedo.

Historia de la Inquisición
En su repaso histórico por la Inquisición, Miguel Navarro ha destacado que “el espíritu inquisitorial no es una invención cristiana, sino un elemento heredado de la tradición romana”, pues es en el imperio romano donde los emperadores comenzaron la persecución violenta de la herejía. El consiliario de la ACdP en Valencia ha recordado que el nacimiento de la Inquisición eclesiástica está relacionado con el extremado clima herético que se dio en Europa desde finales del siglo XI hasta el siglo XIII, y que fue protagonizado principalmente por los cátaros y valdenses.

En el caso de España, el historiador ha recordado la Inquisición fue impulsada por los Reyes Católicos y ha concretado que en 1478 los reyes Fernando II e Isabel I solicitaron al Papa Sixto IV la creación de la Inquisición en la corona de Castilla, pero con la característica especial de que el nombramiento de los inquisidores lo realizara la corona. Miguel Navarro ha explicado cómo el Papa accedió a esta petición, y aunque después se arrepintió y trató de anular la concesión, porque no era él sino los monarcas quienes controlaban la institución, le fue imposible hacerlo. Así, en 1480, nació la Inquisición moderna “con  evidente función política”, según Miguel Navarro, pues en el ánimo de los reyes pretendía eliminar todo aquello que fuera en contra de la unidad nacional, que se basaba en la unidad de la fe.

En este análisis de la Inquisición el teólogo también ha expuesto el organigrama, los procedimientos y las sanciones que se emplearon en esta institución, tanto en la etapa medieval, como en la etapa moderna. En este sentido Miguel Navarro ha destacado la sanción del tormento, “el elemento más publicitado por la leyenda negra de la Inquisición”. Y ha expuesto que “la Inquisición no se inventó ningún tormento” nombrando entre los más frecuentes la garrocha, la toca o el potro, pues eran los habituales en los procesos castellanos. En cuanto a las cifras de víctimas, Navarro ha concretado que el número total de los procesados por la Inquisición española “no fue superior a los 150.000”, cifra muy inferior a la dada por la leyenda negra, y de éstos sólo un 1’2 por ciento fue condenado a la pena capital.

Ciclo de Conferencias Dies Academicus
El Servicio de Pastoral de la Universidad CEU Cardenal Herrera organiza mensualmente una sesión del Ciclo de Conferencias Dies Academicus. Estos encuentros son un espacio para la escucha y el diálogo entre docentes universitarios de las distintas disciplinas con el objeto de armonizar fe, razón y vida, en una búsqueda constante de la verdad, la belleza y el bien. En esta primera edición ha participado el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro; el catedrático de Metafísica de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, Juan José Garrido; y el teólogo y filósofo por la Universidad Gregoriana de Roma, Manuel Moreno.

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