Higinio Marín, filósofo y rector de la CEU UCH, ha abordado esta cuestión, junto a dos jóvenes universitarios, en la jornada de clausura del ciclo organizado por esta institución educativa y la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) en Villa Elisa
Ha abogado por acabar con la “idolatría de la juventud” y ofrecer a los jóvenes entornos sociales para madurar y ser felices
El obispo de Segorbe-Castellón ha clausurado esta segunda edición
Castellón, 26 de julio de 2024.- “Los jóvenes viven un tiempo que les pone a prueba como nunca, bajo una saturación de estímulos y una exacerbación del deseo. La presión ambiental, cultural y social les hace sentir que se están perdiendo lo mejor. Y por eso se sienten defraudados, pese a que viven bajo un bienestar sin precedentes”, señaló ayer Higinio Marín en Benicàssim.
El filósofo, y rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH), realizó estas declaraciones durante su participación en la última sesión de “Testigo Directo”, el ciclo de debate que han organizado la CEU UCH y la ACdP a lo largo de este mes en Villa Elisa. En el encuentro, que fue clausurado por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, el profesor Marín dialogó con los estudiantes de la CEU UCH Alberto Martínez y Pablo Cardona en torno a la situación y desafíos de la juventud actual.
A lo largo de su intervención, Higinio Marín se refirió a la “autoconciencia de ser joven, un concepto moderno, de los años sesenta, desconocido para las generaciones anteriores”. “Los mayores, arguyó el filósofo, no queremos abandonar esta etapa; y esta ‘idolatría de la juventud’ perjudica a los jóvenes en una época en la que están construyéndose”. “Tienen la impresión de que se pierden algo porque no viven esa supuesta felicidad que da la juventud. Y estar a la altura de estas expectativas les impide una maduración autónoma. Por eso, hoy muchos jóvenes son precoces en casi todo, pero a la vez viven bajo una inmadurez perdurable”, añadió.
Desafíos: madurez y felicidad
Higinio Marín abogó por generar entornos sociales donde los jóvenes puedan madurar y por “invertir la jerarquía para que vean que la plenitud no es la juventud. Si lo ven, serán más felices”, aseguró. Además, reivindicó la necesidad de proporcionar a los jóvenes experiencias que estructuren su carácter.
En este sentido, el rector se refirió al importante papel que desarrolla la Universidad ofreciendo “esas experiencias y entornos de sociabilidad contra la intemperie social carente de sentido”. “En el CEU tenemos el reto de proporcionar el estímulo a los jóvenes que no lo han encontrado”, añadió el rector de la CEU UCH, para quien es posible “reconducir y combatir esa ‘acidez vital’”.
“Los jóvenes quieren darse, se forman para ofrecerse porque quieren demostrar que sirven para darse, y buscan el espacio para poder hacerlo. Y esa es una riqueza que supera lo material”, concluyó Higinio Marín.
La mirada de los jóvenes
Por su parte, los dos estudiantes de la CEU UCH que participaron en la tertulia coincidieron con el rector en su radiografía. “Vivimos en una época en la que la juventud, en vez de ser solo una etapa, es una forma de vida carente de compromisos que invita a seguir siendo jóvenes siempre. Y para muchos, plantearse formar una familia o la responsabilidad que implica un trabajo, les genera ansiedad”, afirmó Alberto Martínez.
“Una parte de los jóvenes vive fuera de la realidad y otros en la zona de confort, pero también hay quienes son conscientes de los problemas en ámbitos como la política y la economía, y luchan para buscar soluciones”, señaló Pablo Belda.
Los jóvenes tertulianos también reivindicaron la importancia de la Universidad para alcanzar la madurez. “Es nuestra última oportunidad para formarnos y ser jóvenes comprometidos para cambiar la sociedad”, subrayó Alberto Martínez. Una idea con la que coincidió su compañero, que también destacó la importancia del “hermanamiento y la complicidad entre estudiantes y profesores universitarios”.
El encuentro, moderado por la delegada de medios del obispado Paz Ferrín, fue clausurado por el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López, quien animó a los jóvenes “a seguir proponiendo y viviendo la fe, a servir dándose”. “Los jóvenes siempre buscan, y buscan desde el corazón. Y en esa búsqueda hay que acogerles y acompañarles”, concluyó.
Nuevo éxito de público
Testigo directo ha vuelto a colgar el cartel de completo en Villa Elisa durante esta segunda edición, en la que también han participado el exministro Jaime Mayor Oreja, el embajador Jorge Fuentes, el director adjunto del periódico El Debate, Luis Ventoso, y la delegada del Consell, Susana Fabregat.
Este foro de reflexión, impulsado por la Universidad CEU Cardenal Herrera y la Asociación Católica de Propagandistas pone el foco en diferentes retos sociales desde una visión humanista y centrada en los valores de la doctrina social de la Iglesia.
En su primera edición, el curso pasado, acogió las intervenciones del expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores Sebastián Albella, el catedrático de Filosofía Moral y Política Agustín Domingo Moratalla, la exparlamentaria María San Gil, la secretaria general de la Asociación Católica de Propagandistas Mª Carmen Fernández de la Cigoña, el director de El Debate, Bieito Rubido, y el decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la CEU UCH, José Manuel Amiguet.
La segunda edición de Testigo Directo ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Benicàssim, la Parroquia Santo Tomás de Villanueva, Simetría Grupo y Palasiet Thalasso Clínica & Hotel.