• La campaña creada por Emilio Fernández, alumni de Periodismo y profesor en el Título de Especialista en Integración Europea y Mercado Exterior, busca donar las pesetas que quedan en los hogares españoles a fundaciones que investigan sobre el COVID 19 y las enfermedades raras
Emilio Fernández con las urnas para depositar las pesetas que servirán a un bien social

“Ayudar a la gente a través de los recuerdos”, reconoce Emilio Fernández, antiguo alumno de Periodismo en la CEU-UCH en Elche, cuando busca resumir, mediante un claim, un eslogan, una frase en qué consiste “La Última Peseta”, la iniciativa que busca destinar a causas solidarias las pesetas que todavía se conservan en muchos hogares españoles, que carecerán de todo valor a partir del 1 de enero de 2021, ya que desde ese día no se podrán cambiar en el Banco de España por euros. Y es que se calcula que las pesetas olvidadas en cajones de las casas pueden alcanzar los más de 1.600 millones de euros.

«La Peseta dio muchas alegrías a los españoles y ahora podemos darle la despedida que se merece, ayudando a mucha gente que lo necesita», advierte este profesor de Comunicación en el título de Especialista en Integración Europea y Mercado Exterior. “Realmente la peseta es dinero que no tiene ningún valor monetario para nosotros, sólo sentimental, pero el valor humano y solidario que aún posee debe primar por encima de todo, donemos hasta la última peseta”, remacha Fernández, que ha trabajado en diversas agencias internacionales de Publicidad.

Las donaciones irán destinadas a investigación sobre el COVID 19 y las enfermedades raras

Las aportaciones se destinarán directamente a las investigaciones sobre el COVID 19, el sida y las enfermedades raras que realizan el movimiento #Yomecorono, integrado por médicos e investigadores de la Fundación Lucha contra el Sida, IrsiCaixa y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol y la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER). “Actualmente se necesita mucha ayuda. El problema es que la mayoría de los ciudadanos no estamos pasando por nuestro mejor momento y necesitamos que nos ayuden, más que poder ayudar. Por ese motivo para mucha gente es complicado donar euros, pero, ¿y si donamos esas pesetas que tenemos guardadas de recuerdo y no significan nada para nosotros?”.

Emilio reconoce que es una iniciativa efímera, con el horizonte del 31 de diciembre para finalizar la campaña, y por eso cobra más importancia el hecho de que hasta ese día se pueden cambiar las pesetas por euros. «La importancia de la iniciativa radica en que a todos nos sobran pesetas, porque de forma individual no merece la pena cambiarlas, ni por el tiempo empleado ni por el valor monetario, pero a nivel colectivos todas esas pesetas pueden ser los euros que hoy en día hacen falta para ayudar a mucha gente».

Para llevar a cabo las donaciones se han diseñado dos fórmulas que faciliten la colaboración ciudadana en función de las posibilidades y necesidades, asegura Emilio. Además de las entregas a través del formulario habilitado en el sitio web , en los últimos días se están empezando a habilitar puntos físicos, a medida que avanza la desescalada.

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