Solo con más libertad habría igualdad en la educación. El día en que todo el mundo sea libre para elegir la educación que quiere para sus hijos, independientemente de las circunstancias económicas, sociales o geográficas, ese día habrá más igualdad y el sistema tenderá a mejorar”. Así lo ha asegurado el vicerrector de Comunicación de la CEU UCH José Manuel Amiguet durante la charla “La Libertad de Educación: un derecho fundamental en espera”, que ha pronunciado ante profesores y estudiantes de Magisterio en el marco de los actos de celebración del patrón de la titulación, San José de Calasanz, en el campus de Castellón.

A lo largo de su intervención, el también Secretario General de la Universidad CEU Cardenal Herrera, ha puesto el foco en las cinco claves que forman ya parte del imaginario colectivo y que dificultan el pleno ejercicio de este derecho: “el fin único de la educación es servir en la lucha de clases”, para universalizar la educación el único medio es fabricar en serie”, “para garantizar la igualdad, la única opción es el monopolio”, “el principio de igualdad obliga a un único referente de calidad” y “la única forma de mejorar la calidad es más inversión”.

“Así es como la ‘madrastra’ de lo único quiere arrinconar en un oscuro sótano a la ‘cenicienta’ de la pluralidad”, ha explicado José Manuel Amiguet.

Al contrario, ha señalado el responsable académico, “cuando se entiende que es bueno que en la sociedad exista la diversidad, cuando se sabe que la democracia requiere pluralidad y cuando se piensa que no es sano que haya un pensamiento único, ¿qué sentido tiene que no se impulse un sistema educativo plural con diversos modelos accesibles e igualdad de oportunidades para todos?”, se ha preguntado el ponente. «La respuesta, ha señalado, es el control».

‘¿Sería factible pensar un modelo educativo que todo el mundo quiera elegir libremente, independientemente de sus circunstancias? Sí’

“¿Sería factible pensar un modelo educativo que todo el mundo quiera elegir libremente, independientemente de sus circunstancias? Sería complicado, pero parece factible. Hay países que lo han hecho, a diferencia de nosotros, que estamos justo en lo contrario”, ha advertido.

“¿Es posible universalizar la educación y mejorarla a la vez? Sí. ¿Es posible dar más autonomía a los colegios y profesores? Sí. Eso es malo solo para los que quieren controlar, no para el que quiere construir”, ha proseguido José Manuel Amiguet.

El responsable académico ha finalizado su intervención apelando a un gran acuerdo en materia de educación. “¿Por qué el que predica el diálogo y el consenso decide aprobar una ley que sabe que cuando gobierne otra fuerza política va a cambiar? ¿No es más razonable que nos sentemos y negociemos?”, ha interpelado.

“El consenso implica el respeto por la pluralidad, la diversidad, la libertad y la igualdad, pero igualdad de oportunidades. Esta triste historia nos invita a la esperanza de en algún momento se pondrán de acuerdo en que la educación no puede ser vista como un instrumento de la política, sino de la sociedad civil. Y en mi opinión, además, quienes deberían dirigir la educación son… los educadores, los que están de verdad reflexionando y actuando en materia de educación, no la estructura política o el interés del gobierno. Deberían ser ellos los que, con el mayor  margen de libertad y autonomía, deberían configurar proyectos educativos que de verdad nos hicieran sentir orgullosos como país”, ha concluido.

‘Quienes deberían dirigir la educación son los educadores, configurando proyectos educativos que nos hicieran sentir orgullosos como país’

El programa de actos de celebración del patrón de Magisterio en la CEU UCH de Castellón ha arrancado con una eucaristía celebrada por el capellán del centro, Pedro Segarra.

Tras la charla de José Manuel Amiguet, se han entregado los Premios San José de Calasanz 2020 a las prácticas educativas y trabajos académicos destacados, a los estudiantes Valentina Vélez, María Mulet, y Blanca Paradís, Joan Mangriñan, Juan Julián, José Vicente Porcar, Mario Zafra, Aarón Romero, Nuria Felip, Ana García, Carmen Guallart, Marta Gálvez, Raquel Balaguer y Ana Miriam García.

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