Los estudiantes de primero de Derecho del CEU han tenido la oportunidad de conocer el día a día de un consulado gracias a la visita organizada por la profesora Susana Sanz a la oficina consular de Colombia en Valencia a raíz de la invitación de Felipe Carreño.
El cónsul de Colombia en Valencia ha atendido personalmente a los alumnos de la Universidad CEU Cardenal Herrera durante más de dos horas a pesar de que en tan solo unos días regresaba a Colombia tras concluir sus cuatro años de mandato.
Esta iniciativa formativa, que forma parte de las actividades de la Cátedra Jean Monnet, ha permitido a los estudiantes del CEU observar de primera mano la complejidad del trabajo consular, sus pros y sus contras, su diferencia con el trabajo de las misiones diplomáticas y la diferencia entre un consulado de carrera y otro honorario.
Tal y como explica Susana Sanz, «la información que nos facilitaron el cónsul, el vicecónsul y otros miembros del equipo fue muy prolija e interesante porque la iban proporcionando a medida que íbamos entrando en las distintas salas y mientras veíamos a personal consular trabajar».
«Comprobamos, continúa la docente, que la oficina consular debe conocer tanto la legislación del país que envía como la del país receptor, que su trabajo es de auténtica vocación de servicio a los colombianos que residen en esa zona y de asistencia a los españoles que quieran un visado o información sobre posibilidades de negocio en un país que está en franco desarrollo y crecimiento a raíz del comienzo del proceso de paz y el fin de la guerra».
La titular de la Cátedra Jean Monnet también subraya el intenso trabajo que desempeña el consulado, que da servicio a los más de 50.000 colombianos que residen en la Comunidad Valenciana y Murcia, ejerciendo funciones de asistencia en temas civiles, penales, sociales, judiciales mercantiles y de seguridad social… «desde expedir pasaportes, pasando por visitar a presos, cooperación judicial y exhortos, notaría y validación de documentos, homologación de títulos, asistencia social a nacionales desfavorecidos, registro de nacimientos, matrimonio, apostillas, pensiones y oficina electoral», explica Susana Sanz.
«Lo que les quedó claro a los alumnos, prosigue la profesora del CEU, es que la vida consular dista mucho de ser la vida de recepciones y cocktails que uno tiene en mente, y se basa en la vocación de servicio al ciudadano«.
El objetivo que persigue este tipo de iniciativas formativas, muy frecuentes en la Universidad CEU Cardenal Herrera, es «sacar a los alumnos de las aulas y que puedan tener la oportunidad de visitar instituciones, empresas y despachos en los que se familiaricen con el ejercicio de la práctica profesional», concluye Sanz.