Del miriñaque a las deportivas: la moda, reflejo de la crisis a lo largo de la Historia

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Redacción: Eva Andreu / Imágenes: CEU

La Subdirectora del Museo del Traje de Madrid, Paula Ramírez y el Responsable de la Colección de Moda Contemporánea, Juan Gutiérrez han sido los protagonistas de un  encuentro virtual organizado por el Ámbito Cultural en el que bajo el título #CulturayModa ambos abordaron cómo las grandes crisis de la humanidad han influido en la forma de vestir y si, como consecuencia de esta crisis sanitaria por la COVID-19, también en la actualidad esta situación puede tener consecuencias en nuestra percepción de la moda.

“La moda desde un punto de vista cultural es un sistema que va a afectar a la indumentaria, porque es un efecto que está pegado a nuestra cotidianidad”, afirmó Paula Ramírez, algo en lo que también coincidió y amplió Juan Gutiérrez: “nuestra sociedad se mueve en una renovación total de la producción, la forma moda está atacando a todos los ámbitos, dentro de ese contexto, la industria de la moda entendida como ese juego de imagen o de vestirse ha empezado a destacar por encima de otras producciones creativas. Es un campo vastísimo, es el que es necesaria esa confrontación de cultura. Vivimos ese momento de moda plena y hoy por hoy, todo se somete a la moda”.

En este sentido, ambos resaltaron durante este encuentro virtual que la moda es fundamental para entender también la evolución de la sociedad como así se puede conocer y se estudia desde los museos, como es el caso del Museo del Traje de Madrid. Una institución de ámbito estatal que reúne una colección de indumentaria, historia y moda contemporánea y que tiene su origen en 1925. En la actualidad, posee una importante colección de objetos antropológicos, sumando así, más de 200.000 piezas: “es una manera muy interesante de asomarse al mundo de la historia, de la moda y de las costumbres”, afirmó Ramírez como subdirectora del mismo.  

 Tanto los expertos, como José Ángel Usero, moderador del encuentro, plantearon en el debate la idea de que la moda se reinventa y que por esa misma razón la moda se ha convertido en testigo de los cambios sociales derivados de las crisis: “Los diseñadores en ese contexto han ganado mucho, porque tienen mucho que decir respecto a los nuevos comportamientos que vivimos”, afirmó Gutiérrez. Los tres pusieron el foco en la idea de que la moda está muy anclada a la sociedad, a la economía y a la industria por lo que no escapa a reflejar también las crisis y sus consecuencias.

A lo largo de sus intervenciones también hubo tiempo para abordar la forma en la que se han visto reflejados los momentos de emergencia en las últimas décadas, señalando dos momentos muy concretos: la Primera Guerra Mundial en la que también hubo una pandemia y una pérdida de vidas cuya consecuencia según apuntó Gutiérrez fue “abrirse a una sociedad más optimista, una especie de euforia que dio lugar a una serie de cambios sociales. También con la producción industrial que de alguna manera representa Chanel”; y un segundo momento, con la Segunda Guerra Mundial. Ambas han sido grandes crisis y así las utilizan de referencia los expertos para estudiar cómo afectan las crisis a la forma de vestir y transmitir de la sociedad.

Tanto para Paula Ramírez como para Juan Gutiérrez las posibles consecuencias después de esa emergencia sanitaria mundial para el mundo de la moda será el impulso de valores positivos, una mayor capacidad de empatía, solidaridad y, sobre todo, una intención de reinventarse para sobrevivir. “Una de las operaciones de la moda es el valor añadido, que en este momento y como está pasando se centra en el esfuerzo que se implemente a partir de las crisis. Todas las firmas buscan disociarse de esa mirada de frivolidad que es ese tópico de la moda y buscan dotar y mejorar con una mayor profundidad el mensaje que las marcas quieren transmitir”, comentó.

El encuentro concluyó con una última cuestión formulada por el moderador quien destacó si existía la posibilidad de estar viviendo el resurgimiento de la industria local, a lo que Ramírez comentó, “a corto plazo, puede tener este efecto de ser conscientes de ser capaces de ser autónomos debido a que, en un momento dado, hemos tenido que cerrar fronteras y la hiperconexión puede tener efectos negativos”.