#RepensarElMañana-David Weinberger: “Utilizar la tecnología como lo hacemos ahora hace que nos demos cuenta que detrás de ella hay humanos”

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Redacción: Eva Andreu / Imagen: FundaciónTelefónica/David Weinberger

La Fundación Telefónica ha celebrado un nuevo encuentro bajo el título #RepensarElMañana en el que la periodista Marta Fernández ha entrevistado Al filósofo y tecnólogo estadounidense David Weinberger. Una charla en la que este experto reflexionó sobre las consecuencias de incorporar la tecnología en la agenda política con el objetivo de mejorar el mundo. Un encuentro que sirvió también para que el filósofo analizase las consecuencias de la COVID-19 y la influencia que puede ejercer la tecnología en el conocimiento, tras superar esta crisis sanitaria.

A lo largo de  este encuentro, el tecnólogo, filósofo y “escritor residente” en el grupo de investigación de machine learning de Google, destacó que el momento por el que está atravesando la sociedad, plantea una disrupción donde todo aquello que se daba por cierto como son cuestiones como la propia seguridad, la salud y la sociedad se ve inmerso en un clima de incertidumbre, “somos fundamental y primordialmente criaturas sociales, no somos individuos que podemos construir un mundo social, somos criaturas sociales que cuando nos vemos privados de los demás sentimos que no somos nosotros mismos”, afirmó Weinberger.

En el contexto de esta incertidumbre como consecuencia de esta pandemia mundial, las infraestructuras mediáticas también comienzan a quedar obsoletas ya que estamos observando cómo se evoluciona de un sistema de transmisión en el que unas pocas personas se dirigían a muchas, con la consiguiente gran capacidad de filtrado y una comunicación de persona a persona a un sistema de comunicación global donde las barreras prácticamente no existen: “Actualmente, estamos conectados por un cable muy fino, internet, un delgado flujo de información mediante el cual estamos saliendo de una era que empezó en el año 1950, en el que absolutamente ahora todo se convierte en información, no solo las cifras y las estadísticas de negocio”, afirmó el invitado.

El hecho de que toda transmisión y/o comunicación se haya convertido en información, plantea inseguridad en el ciudadano pues esa globalidad de la información hace que se considere el medio digital como un medio que ni es seguro ni satisfactorio para relacionarse con las personas. “En este momento, tenemos información contradictoria y no es posible para nosotros obtener respuesta por dos razones: por un lado, existe mucha información maligna diseñada para confundirnos y no debemos prestarle atención, aunque afortunadamente la mayoría sabemos descartarla porque es peor el ruido que la falta de información. En segundo lugar, los científicos no se ponen de acuerdo, estamos en un periodo de incertidumbre y en un periodo así estar desconcertado es la respuesta normal”, comenta Weinberger. En ese sentido, el filósofo se planteó cómo conseguir quedarnos con la buena información para lo cual destacó que quizás el modo de lograrlo es aplicar buenos filtros informativos que sean efectivos, aunque todo depende de la sociedad: “La solución está en las propias personas, en el hecho de acostumbrarse a convivir con lo incierto. Debemos tener claro que no hay nada más letal que tener confianza en lo que uno cree, es un asesino infalible”, añadió.

La charla mantenida con la periodista madrileña sirvió también para el filósofo se detuviese en el análisis en torno a la incidencia de la crisis sanitaria de la COVID-19 en la sociedad y si esta pandemia servirá para que se haga un uso más sensato de la tecnología a partir de ahora: “La probabilidad de que así ocurra y que sea una consecuencia de la misma, es posible. A mí me llama la atención cómo los nuevos medios inventan su propio vocabulario, sintaxis, semántica, etc. Es interesante ver cómo se están desarrollando las interacciones entre personas”, reflexionó. En estos términos, también abordó la realidad de la situación actual del teletrabajo colaborativo como una respuesta a este reto, así como la incidencia que este tipo de nuevos modos de trabajar pueden influir en la economía moderna mundial, actualmente inmersa en una situación de excepción, “es posible que surja una remodelación de las instituciones como por ejemplo la sanidad. Creo que utilizar la tecnología como lo hacemos ahora hace que nos demos cuenta que detrás de ella hay humanos, y como tales que somos, hacemos que la tecnología sea más de lo que en realidad es y así seguirá siendo hasta el punto de que consigamos encontrar la forma de volver a estar juntos los unos con los otros”, concluyó Weinberger.