Tú también puedes detectar Fake News

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La pandemia mundial a la que nos enfrentamos, la COVID-19, ha desatado en el ecosistema mediático y en las RRSS muchas informaciones que nos llegan día a día sobre el virus, su investigación, su modo de combatirlo, las medidas de precaución que debemos tomar, el baile en las cifras de contagiados, fallecidos, recuperados. Una sobreinformación que ha propiciado el marco idóneo para la aparición de bulos que se han propagado como la pólvora tanto en redes sociales como en aplicaciones como WhatsApp, precisamente sobre estas cuestiones: formas de prevención, tratamientos médicos, función de los poderes políticos y públicos y su gestión o incluso sobre la manera de combatirlo cuando estás infectado, con prácticas nada recomendables. Es por todas estas razones y por la importancia de afrontar esta desinformación que hoy reproducimos en EL ROTATIVO DIGITAL el artículo de opinión que fue publicado por nuestra compañera EVA ANDREU en el periódico Levante-EMV el 17 de diciembre de 2019 abordando el modo de detectar información falsa y que, debido a su vigencia en plena crisis mundial sanitaria, reproducimos aquí.

OPINIÓN por EVA ANDREU

Las fake news aparecen, en algunos casos, como una enfermedad terminal de las informaciones. En la actualidad, estando en la era de lo digital, lo visual y en un momento de saturación informativa, parece ser paradójico que también nos encontremos en la que podríamos llamar “era de la desinformación”. Una transformación del paradigma informativo que nos llena la bandeja de mensajes, pero a la vez muchos sin la calidad informativa que merecen los lectores.

Las redes sociales abren la posibilidad a multitud de personas a informar y opinar, sin aparente filtro informativo o sin bases o fuentes fidedignas que avalen la información. De estos hechos, nace la necesidad de saber cómo detectar las fake news. Para ello hay varios organismos y plataformas que ayudan en esta tarea en la que las informaciones corren como la pólvora y todo el mundo se convierte en una fuente con aparente valor informativo.

Lo primero a la hora de descubrir si la información que estamos leyendo es veraz es acudir a diversas fuentes y valorar si la fuente es fiable. La Policía Nacional en una red social como Twitter advierte, ya, de la gravedad de creer, difundir e informar acerca de informaciones falsas. El mejor método para saber si una información es verídica o no es acudir a la fuente primaria; en segundo lugar, existen en la actualidad distintas plataformas como Newtral o Maldito Bulo en los que el usuario tiene la opción de ver qué tipo de informaciones son verídicas o directamente falsas y, por lo tanto, pueden hacer uso de esta herramienta útil de ‘fact-checking’ para salir de dudas. En la actualidad y cada vez en mayor número, hay periodistas que deciden especializarse en la verificación de datos y es por ello, que existen en estos momentos fuentes fiables dentro del mundo informativo que pueden sacar a los lectores de sus dudas con respecto a una información concreta.

Si todas estas opciones de verificación no funcionan, otros modos de averiguar si nos encontramos ante una noticia que es verdad o directamente es falsa es el hecho importante de fijarse en el nombre de la fuente que se cita o, en el caso de documentos oficiales, si viene acompañado de su sello o imagen oficial que lo avala o bien prescinde del él; en estos casos podríamos estar ante un indicio de que la fuente puede ser poco fiable. También nos podemos fijar en si, por ejemplo, hay imágenes en la información, pero no coincide con el tema, en este caso también podría ponerse en duda dicha fiabilidad. El ‘clickbait’ también se convierte en una herramienta utilizada por las páginas web con tal de atraer la mirada del lector y lograr su “clic” en la información con lo que se cuenta como impacto en la misma. En este caso, una manera sencilla de detectar el titular fake es entrar en la noticia y contrastar si lo que afirma el titular se adecua al contenido de la noticia.

Sea como fuere, la información nunca debe mirarse por encima, de una manera superficial y a golpe de tweet. Es recomendable no creer todo lo que leamos en RRSS salvo si es fuente oficial o fiable y, si se detecta algo no suena bien en el titular, la información o los componentes de la misma, lo mejor es adentrarse en ella y descubrir, con esta serie de prácticas tan sencillas, si es o no una fake new.