El Rotativo

Vicente Garrido: «Los ciudadanos perdonan antes la violencia impulsiva que la premeditada»

Jaime Roch / 4º Periodismo

Vicente Garrido vuelve con el libro: “Asesinos múltiples y otros depredadores sociales”. En su último trabajo estudia la mente de los criminales más despiadados: los asesinos múltiples. El autor valenciano es el primer experto en España que ha elaborado un perfil criminal para capturar a un asesino en serie y, en este nuevo libro, el criminólogo y doctor en Psicología realiza un análisis comparativo de la violencia en forma de homicidios múltiples. Según escribe Garrido en su obra, “este libro se centra en el estudio de la psicología, motivaciones y modus operandi de las causas del crimen”.

Pregunta. ¿Por qué escribe un criminólogo? 

Respuesta. Gracias a mi madre, que me aficionó a la literatura y al cine de temática negra. Las historias policiacas atrapan porque, a medida que evolucionan, se van complicando más e intervienen elementos más psicológicos. Por ejemplo, las obras de Patricia Highsmith o Agatha Christie son diferentes pero transmiten el mismo suspense. Mi fascinación por la criminología viene por los personajes de la novela negra.

P. ¿Qué obras le han formado como escritor? 

R. En la universidad me acerqué a Stefan Zweig, el escritor de “Carta a una desconocida” y de numerosos ensayos que me han aportado mucho porque escribía sobre ideas muy complejas de una manera sencilla. Recuerdo otro libro suyo titulado “Momentos estelares de la humanidad” donde cuenta con una escritura extraordinaria episodios de la historia muy famosos y muy complicados. Como escritor de ensayos, autores como Carson McCullers o Ramón y Cajal en sus memorias me han marcado mucho.

P. ¿Y alguna película?

R. El cine no me ha influido mucho como ensayista pero sí como escritor de novela negra. Me encanta el cine psicológico negro y tengo películas como “Perdición”, de Billy Wilder, que me aportan esa capacidad de ver la síntesis, es decir, contar una historia compleja sin que sobre ninguna imagen. “El coleccionista”, de William Wyler, también me enseñó la importancia de que el personaje principal tenga una idea que le domine para que sea el eje central del relato. Como escritor de novela de ficción, creo que los buenos villanos deben de tener ideas muy poderosas detrás de ellos.

«Mi fascinación por la criminología viene por los personajes de la novela negra»

P. ¿A través de esas historias estudia el mal?

R. Sí porque creo que es un modo de conocer al ser humano y nos permite ver con más claridad el presente. A medida que ha evolucionado el género de las novelas policiacas, la psicología ha sido cada vez más compleja y eso me ha motivado a profundizar en ellas.

P. Y se encuentra con los asesino múltiples.

R. Sí, la idea que motiva este libro. El asesino múltiple es el que mata a varias personas -como mínimo a tres- en un solo acto. Este tipo de asesinato es el acto violento por excelencia, es decir, ese estallido de furia hacia muchas personas que no tienen ninguna relación con el problema que ha motiva esa acción fatal.

P. ¿Qué diferencia hay entre el asesino múltiple y el asesino en serie?

R. El asesino en serie es el que mata de forma ocasional y, entre una muerte y otra, el criminal vuelve a una vida convencional e intenta estar libre la mayor parte del tiempo para centrarse en los momentos que mata. Por contra, el asesinato múltiple se basa en una acción única y final porque el fratricida se suicida o resulta tiroteado por la policía.

 

 «Los buenos villanos deben de tener ideas muy poderosas detrás de ellos»

P. ¿Qué casos analiza en su nuevo libro?

R. En una docena de casos reales a los que he tenido acceso a través de la literatura y el tratamiento periodístico. Por ejemplo, me centro en el suceso del piloto de la compañía Germanwings, el autor de la masacre en el club nocturno de Orlando, el tirador de Las Vegas o en Anders Breivik, el hombre que mató a 77 niños en un campamento al sur de Noruega. Los casos estudiados de España, son “Igor el ruso” o los actos terroristas en la Rambla de Barcelona.

P. ¿Qué objetivo persigue con su nueva obra?

R. En estos dos años de estudio, he intentado que el lector comprenda qué hay detrás del estallido de violencia, de esa acción masiva de homicidio en una única persona.

P. ¿Qué le produce al ser humano ese “estallido de violencia”?

R. La idea de tener el poder. El asesino vive sojuzgado en su percepción y el mundo le trata de manera injusta. Ha recibido golpes y se indigna porque en ese relato de perdedor ya no quiere vivir. Entonces, se refugia en la violencia para crear un relato donde él se ve poderoso.

P. ¿Qué es la violencia?

R. Una acción dañina hacia otra persona sin justificación realizada por un asesino, aquel que mata de manera alevosa, es decir, sin darle oportunidad de defensa. Además, la violencia tiene como una estética a su alrededor. Me refiero al manejo del arma, caminar hacia víctima, rozar el caos, crear esa alarma social o escuchar a la policía.

P. ¿La sociedad cómo contempla la violencia?

R. Es muy importante la forma y el contexto en que se produce la violencia. Los ciudadanos perdonan más la violencia impulsiva que la premeditada. Es decir, la sociedad no contempla todo aquello que indique la planificación o el razonamiento de un asesinato.