Presentan el libro ‘Entre la Reforma y la Revolución’

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El autor con el libro en sus manos. / Foto: CEU

El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia y miembro del Consejo de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno de la Comunidad Valenciana, Carlos Flores Juberías, definió como “ a contra corriente” el libro Entre la Reforma y la Revolución. La labor del gobierno provisional de la Segunda República Española, obra del profesor y director de Proyección Social y Cultural de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Vicente Navarro de Luján.

Flores Juberías explicó que el libro es un análisis pormenorizado del Gobierno Provisional que asumió el poder durante los seis primeros meses del nuevo régimen político republicano, entre abril y octubre de 1931. “Un periodo convulso”, según definió el catedrático.
El académico explicó que el trabajo de Navarro de Luján, fruto de la tesis doctoral que dirigió, “muestra una visión muy distinta a la arcadia feliz que se presenta en muchos otros trabajos académicos sobre la Segunda República”. Una concepción del periodo, según Flores Juberías, “basada en la idealización de personajes históricos o en reinterpretaciones del pasado”. “El régimen del 14 de abril se resiste a las visiones unidimensionales y dogmáticas”, recalcó.
En opinión de Flores Juberías, el libro combina “rigor jurídico e histórico con una gran prosa”, lo que hace “que sea muy atractivo para los lectores”. Según el catedrático, el acierto del trabajo del director de Proyección Social y Cultural de la UCH CEU es haberse centrado en tres elementos que distorsionaron la vida de la Segunda República: el orden público, la situación del Ejército y los condicionantes religiosos. “Vicente Navarro de Luján demuestra que desde el primer momento la Segunda República fue incapaz, por omisión o dejación, de controlar la calle”, resaltó.
Navarro de Luján explicó a la concurrida sala del Palacio de Colomina de Valencia que el libro se había gestionado a lo largo de su vida. “Siempre me ha atraído este periodo histórico porque era objeto de las conversaciones que mantenían mis familiares cuando se reunían. Todas las familias vivieron desgracias en este drama común. En mi familia hubo víctimas de ambos bandos, pero nunca escuché rencor u odio, sino que más bien nos transmitieron una necesidad política de concordia y diálogo”.
El autor del libro agregó que precisamente la concordia y el diálogo no existieron en la Segunda República y que aún se sorprende cuando observa que este periodo se presenta “como una época que se añora o se debería recuperar”.

El director de Proyección Social y Cultural de la UCH CEU afirmó que la concordia y el diálogo llegaron durante la Transición Española porque sus principales actores conocieron de primera mano lo fue el periodo anterior a la Guerra Civil y trabajaron para que no repitiera. “No he querido hacer un análisis comparativo de dos modelos muy distintos de transición política en el libro: la vivida por España en 1931 y la experimentada en los años 1976-1978, pero estoy seguro de que los lectores tendrán presente cuando lean el libro las grandes diferencias entre ambos periodos”. Por ese motivo el ex director general del Libro se decantó por un periodo clave, la labor del Gobierno Provisional porque no existía “un estudio sistemático sobre la tarea que desarrolló durante unos meses trepidantes, de grandes cambios, y decisivos para el futuro de la República”.
El director de Proyección Social y Cultural de la UCHCEU repasó durante su intervención los diversos problemas a los que se enfrentaron los políticos republicanos, como el nacionalismo catalán, la cuestión religiosa, la crisis económica y el papel de los sindicatos, militares y partidos políticos. Los conflictos que se originaron acabaron en desórdenes públicos, “verdadera lacra de la República”.
Aunque Navarro de Luján hizo hincapié en que no se pueden achacar todos los problemas de España a la República porque existieron condicionantes muy determinantes, “la falta de voluntad de acuerdo para redactar una Constitución en la que entrasen todos los españoles, demostró la ausencia de voluntad de concordia política de los políticos que la sacaron adelante”. Y un capítulo del nuevo texto fue lesionar el sentimiento religioso de muchos españoles: “La ruptura del Gobierno se produjo por el tratamiento que la Constitución iba a dar al tema religioso, lo que supuso la dimisión del Presidente del Gobierno y del Ministro de la Gobernación, así como la retirada de las Cortes de diversos grupos parlamentarios de significación derechista, que desde ese momento hicieron bandera electoral una propuesta de reforma constitucional, incluso antes de que la nueva Constitución apareciera publicada en la Gaceta. Sin duda alguna, la causa de la primera fractura seria del nuevo régimen es el tratamiento dado al tema religioso, como el propio Azaña reconocería posteriormente en sus escritos”.
Navarro de Luján concluyó recordando el éxito de la Transición Española, que conoció de manera directa como militante de Democracia Cristiana primero, y de UCD después. Según el autor de Entre la Reforma y la Revolución. La labor del gobierno provisional de la Segunda República Española, los españoles tienen que sentirse orgullosos del consenso al que llegaron sus políticos para construir un país que no puede reconocerse hoy en aquella España de 1931.