Manos Unidas presenta en el Palacio de Colomina su nueva campaña

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Lucía Gómez / 4º Periodismo

El Palacio de Colomina de la Universidad CEU Cardenal Herrera acogió el pasado martes la presentación de la 59ª campaña de Manos Unidas, bajo el lema ‘Comparte lo que importa’. Durante el acto, el presidente de la organización, Eladio Seco de Herrera, animó a la sociedad a buscar soluciones para erradicar el hambre y la pobreza. De este modo, incidió en las dos líneas de actuación que sigue Manos Unidas para combatir esta lacra. Por un lado, dar a conocer el “sangrante problema” del hambre a la sociedad “para que reaccionen”, ya que según el responsable, “no puede cambiarse la vida de los que sufren si no hacemos algo en las nuestras”.

Por otra parte, el segundo foco que destacó son sus proyectos, que a día de hoy suman un total de 604 localizados en 58 países, la mayoría de los cuales están ligados a la educación en África. Estos datos enorgullecieron al presidente, que mostró su gratitud a los 80.000 socios de la ONG: “la recaudación total durante 2016 ha superado los 47 millones de euros”, declaró.

No obstante, durante la presentación también recordó que desde 2015 ha aumentado el hambre en los países subdesarrollados, debido a los conflictos armados y al cambio climático. Las cifras alarmaron a Seco de Herrera, quien lamentó que el “11% de la población mundial pasa hambre de una manera habitual”. Dentro de este porcentaje se encuentra casi el 34% de África Oriental, mientras en el extremo opuesto los países desarrollados aumentan la obesidad infantil. En este sentido, el presidente denunció que el consumo “excesivo daña al pobre que pasa hambre”, porque se desperdicia el 13% de los alimentos, lo que provoca que el artículo suba de precio y sea inaccesible para las zonas azotadas por la pobreza. “Hay que denunciar que el alimento sea utilizado como mercancía financiera. Es un bien necesario para todos y debe ser tratado como tal”, afirmó el ponente.

Además, Seco de Herrera compartió con los asistentes algunas de las propuestas para colaborar hacia una sociedad más justa, entre las que destacan compartir sistemas de producción medioambientalmente sostenibles e iniciativas contra el despilfarro de alimentos, así como un aumento del compromiso: “toda actividad que está basada en el apoyo a los demás cambia el mundo, nos debe azotar la idea de los 815 millones de personas que pasan hambre”, sentenció.

A lo largo de la conferencia también destacaron los trece proyectos iniciados por la ONG en Bolivia durante 2016, muchos de los cuales están relacionados con la seguridad alimentaria. Uno de los responsables de estos trabajos es el sociólogo Eduardo Mendoza, que colabora con Manos Unidas en municipios sumidos en la pobreza. Así, a partir de la seguridad alimentaria, diversifican la producción para obtener más alimentos, al introducir hortalizas o establecer sistemas de riego, entre otras medidas. “Actualmente los alimentos no están garantizados, se dedican a cultivar maíz y en ocasiones a cazar. Los más afectados son las mujeres y los niños”, subrayó Mendoza, quien explicó las condiciones de vida de los municipios indígenas: la mortalidad alcanza a 60 niños de cada 1.000 antes de los dos años, hay un “deficiente” servicio de salud, las escuelas son “precarias” y en muchas comunidades no hay electricidad. “Pretendemos formar a la gente para que pueda ejercer sus derechos y reivindicar ante los organismos públicos. Es clave que los afectados se movilicen”, resaltó el sociólogo.