Esperanza Luque / 2º Periodismo
La Plaza del Ayuntamiento de Valencia y el Ateneo Mercantil celebraron la pasada semana la Fiesta del Dibujo Solitario, una iniciativa impulsada por la marca de galletas TostaRica. A lo largo del día, padres e hijos participaron en talleres de dibujos y otras actividades lúdicas para ayudar a los niños hospitalizados.
Javier Coromina, director de comunicación de Adam Foods comentó que “TostaRica alimenta la imaginación de los niños desde hace años”. Decidieron que los más pequeños pudieran poner sus creaciones en las galletas de la marca mencionada. Recibieron alrededor de 100.000 propuestas, de las que solo podían elegir tres. Según señalaron, surgió la idea de crear el Cuaderno de Dibujo Solidario, que tuvo una gran acogida en las áreas de pediatría de la comunidad médica.
La psicóloga clínica del Hospital La Fe, Nuria Segarra, aclaró que el dibujo ayuda a que los niños desarrollen habilidades en la solución de problemas, sean más persistentes en las tareas, tengan un pensamiento más creativo y facilite su comunicación. “Es muy importante la sensación que tienen de logro. Eso ayuda a que tengan un autoconcepto más positivo y una autoestima más elevada”, puntualizó la doctora.
Por su parte Coromina anotó que la acogida de este cuaderno solidario tuvo una gran acogida en Valencia, motivo por el que finalmente decidieron que fuera la sede de la fiesta.
Los resultados artísticos de este evento han sido destinados a crear un nuevo cuaderno para los jóvenes ingresados en hospitales de Valencia, entre los que destaca La Fe, que ha sido un gran colaborador desde el inicio del proyecto.
Fabiola Martínez, embajadora de la Fiesta del Dibujo, afirmó que esta iniciativa abarca a todo tipo de niños, desde los que tienen un desarrollo natural hasta los que padecen discapacidad. “Mi experiencia como madre es que los niños transmiten todo con los dibujos, lo que piensan y sienten”, subrayó Martínez.
El director de comunicación de Adam Foods hizo hincapié en que esta iniciativa no estuvo planificada, sino que obedeció a la espontaneidad de los más pequeños. Además, querían que “la gente entendiera que esto no era una mera iniciativa publicitaria, sino que era un proyecto que nacía de verdad”.
