Españeta: «He cumplido un sueño y quiero mantenerlo»

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Bernardo España Edo es el utillero del Valencia C.F. Apodado entre la afición cariñosamente como “Españeta”, es considerado una parte imprescindible del club. A sus 77 años de edad ha vivido la historia del equipo valenciano desde sus inicios. Ahora, tras los últimos cambios acontecidos en el equipo blanquinegro, expresa su opinión y recuerda su vida en el campo.

Contratado por el club en el año 60, el utillero es considerado tanto por la afición, como por el equipo, una parte de su historia. “Yo, a veces, también lo pienso”, bromea. Todo empezó cuando pisó Mestalla por primera vez. “Fue indescriptible. Yo era un chico muy joven, la noche anterior no dormí”, recuerda el utillero. El primer trabajo que ofreció al club fue el de recogepelotas. “Me escapaba del colegio y venía a ver los entrenamientos. A partir de ahí empezó todo”, confiesa.

Tras casi 50 años como parte de la plantilla tiene muchas anécdotas en relación con los jugadores, la mayoría de ellos también amigos, historias que cuenta con detenimiento: “Siempre hay que estar encima de ellos. Por ejemplo recuerdo que a José Manuel Sempere había que prepararle en los días de partido toda la ropa excepto los guantes, para él eran intocables. No se los dejaba tocar a nadie, excepto a mí” .
Españeta confiesa que lo que más le apasiona de su trabajo es el hecho de estar cara a cara con los jugadores. Según relata, vivir el ambiente en primera persona es lo que da sentido a tantos años de dedicación: “Estar en los vestuarios es un tema muy especial. Los equipos de fútbol viven cada partido como un día único. Veo a los jugadores nerviosos hasta que salen al campo y se lo pasan bien. Entre ellos se crea una conexión increíble que he tenido la suerte de ver desde cerca”.

Para Españeta todos los jugadores que han pasado por Mestalla han sido una parte importante en los triunfos del equipo valenciano, pero como él mismo afirma, siempre hay “generaciones que destacan”. “No puedo nombrar a todos los que de verdad han sido buenos, porque hay muchos, pero sí destacar a grandes como Kempes, Calabuig, Saura o Piojo López. Y si tengo que quedarme con uno, sin duda sería Mario Alberto Kempes. Tuvo un gran impacto en mí. A pesar de ser un jugador espectacular, se convirtió en un gran amigo”.

Una de cal y otra de arena
El Valencia CF ha vivido triunfos y derrotas. Para su utillero no es fácil recordar los malos momentos, como cuando el club bajó a segunda, y prefiere quedarse con lo bueno: “El equipo del doblete de 2004 era un equipazo. Uno de los mejores que ha tenido el Valencia CF siempre. Aún se me pone la piel de gallina al recordar ese sentimiento de euforia”.
Pero lo que más orgullo le proporciona es el trato recibido por parte del club y la afición: “No hay palabras. Han colocado un gran mural con mi fotografía al lado de las imágenes de los jugadores en el vestuario. Y la afición me para por la calle para pedirme autógrafos, como si yo fuera famoso. Aunque es cierto que me siento como tal cada año en las presentaciones del equipo. Cuando salgo al campo me aplauden y no puedo evitar la emoción”.
Quienes le rodean alaban el carácter y saber hacer de Españeta siempre en pro del club valencianista. Los voluntarios que trabajan a diario en el mantenimiento del campo están codo a codo con el utillero. “Una vez que estaba limpiando los vestuarios se me acercó y me preguntó si me trataban bien. Me contó cómo él también empezó a trabajar con un oficio muy humilde, y después de eso, me contó un chiste. Es la persona más agradable que he conocido nunca”, comenta Estela Sanchis, voluntaria en Mestalla. También en las peñas valencianistas es conocido y querido. “Españeta es una parte del alma del equipo. Yo le he conocido y te lo pasas pipa con sus historietas. Sin él el club perdería su encanto”, reconoce Joan Mistela, componente de la Peña Valencianista de la localidad de Mislata.

El Balance
En la actualidad el Valencia CF ha sufrido cambios, tanto económicos como en la dirección del equipo. Tras pasar años de penurias económicas, y antes de la compra por parte de Peter Lim, el equipo cayó en un ambiente negativo y la mala racha se apoderó del club, afectando a la afición y por ende el apoyo que proporcionaba. “Hace una década el espíritu era especial, pero eso depende de etapas. Cuando ocurrió la compra del equipo yo no estaba muy al tanto porque es un tema extradeportivo, pero solo deseaba que no perdiera su esencia. Los tiempos del fútbol han cambiado, ahora lo que prima son las grandes fortunas en la mayoría de equipos. El espíritu puede que decaiga porque la afición quiere ganar siempre, como es normal. Aunque los que sentimos el Valencia CF en el corazón, el espíritu siempre está presente, pierda o gane. Sus seguidores más fieles son los que bombean la sangre del equipo. Y éste tiene una afición de 10”, se enorgullece el utillero.
Su pasión por el club no tiene fin, por eso Españeta afirma que no quiere hablar de jubilación: “He cumplido un sueño y quiero mantenerlo. Mi vida gira en torno al Valencia CF”.
Con una sonrisa en la cara y con gran entusiasmo, así es como cada día el utillero del Valencia CF se enfrenta a su trabajo en el club. Su amor es incondicional.