Ismael Serrano: «Sigo contando historias con una mayor puesta en escena»

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Ismael Serrano en una actuación. / Foto: AC

Esperanza Luque / 1º Periodismo

El cantautor Ismael Serrano vuelve a los escenarios españoles e hispanoamericanos con su gira La Llamada, nombre también de su nuevo disco y de una de sus canciones. Éste es su primer trabajo con la discográfica SONY MUSIC, que marca el comienzo de una nueva etapa en su carrera musical. El próximo sábado 28 de febrero aterriza en la capital del Turia para ofrecer el concierto en el Palacio de Congresos.

Pregunta. ¿Cómo es Ismael Serrano en su día a día?

Respuesta. Últimamente bastante agitado, estamos inmersos en una gira muy intensa que nos tiene de viaje de un lado para otro. Así que mi día a día son ensayos, pruebas de sonido, viajes, horas en furgoneta y, en la medida en la que puedo también, estar en casa descansando, revisando los repertorios, preparando nuevos proyectos.

P. El 23 de enero comenzó la gira La Llamada, que promete ser uno de los eventos musicales más importantes del 2015. ¿Cómo se presentan estos primeros conciertos?

R. Muy emocionantes, la verdad, porque la respuesta del público ha sido muy buena. Hoy en día, emprender una gira es todo un acto de heroicidad porque son muchas las dificultades que te encuentras. Además, esta es una gira algo ambiciosa en lo visual, en la puesta en escena. Por lo general, mis actuaciones hasta ahora eran muy discursivas, yo hablaba mucho entre canción y canción. Ahora sigo contando historias, creo que el trovador tiene mucho de cuentacuentos, pero también me apoyo mucho en lo visual, en la puesta en escena. Tiene un carácter conceptual que tiene que ver con las canciones

P. ¿Cómo se siente al saber que La Llamada está entre los discos más vendidos de España?

R. Pues agradecido, porque siempre que sacas un nuevo disco te enfrentas a la incertidumbre de saber si la gente va a estar ahí o no. Yo creo que la vigencia en esto de la música es lo más difícil. Con lo cual, estoy muy agradecido a la gente que lo ha hecho posible. Soy muy consciente del privilegio que supone vivir de la música durante todo este tiempo.

P. ¿Qué destacaría de su último disco?

R. Es un disco que es una llamada precisamente a que asumamos el protagonismo que nos corresponde. Vivimos en un momento crucial en nuestra vida, así lo está entendiendo la ciudadanía y por eso se mira a sí misma como hacía tiempo que no lo hacía. Nos miramos los unos a los otros tratando de tender complicidades, lazos que nos permitan recuperar nuestra capacidad para influir en la realidad, recuperar el protagonismo, como digo, que nos corresponde. Yo creo que esas canciones están traspasadas por ese sentimiento, esa especie de convocatoria, incluso por un cierto carácter de celebración. Me acuerdo de los versos de Benedetti que hablaban de defender la alegría como una trinchera, como un derecho. Y quizá en estos tiempos más que nunca sea necesario. Dice uno de los versos de la canción La Llamada “que no se olviden de tu alegría”. Quizás sea un recordatorio también en ese sentido.

P. ¿Usted cree que el cantautor nace o se hace?

R. Pues no lo sé, la verdad. Yo creo que da igual en cualquier caso. La cuestión es que crea en sí mismo. Casi nadie nace, somos producto del contexto en el que vivimos, crecemos; de nuestros encuentros y desencuentros.

P. ¿Qué cualidad es la más importante en un cantautor?

R. Yo creo que la permeabilidad. A la hora, del punto de vista musical, ser capaz de desprejuiciarse para poder encontrar el equilibrio entre lo que se dice y cómo se dice. También permeable en cuanto a ser capaz de emocionarse con lo que le ocurre alrededor, ser capaz de estar atento, entender la lucha y la tragedia, y hacerla también propia al igual que la alegría y la esperanza ajena.

P. ¿Qué significa la música para usted?

R. La música lo es todo, es aquello que nos conecta. Es un espacio de encuentro, fundamentalmente, que nos ayuda a combatir nuestros miedos, nuestras dudas… que nos ayuda a rescatar una cierta belleza del fracaso, que nos ayuda a levantar la mirada, que nos convoca para conectarnos y para recuperar una esencia de animales sociales que parece que hemos perdido.

 

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