El beato Juan Pablo II, muy presente entre los valencianos

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La figura del beato Juan Pablo II ha tenido desde siempre un gran valor para los valencianos; ahora puede decirse que está más presente, si cabe,  ya que una parroquia de Alzira, Nuestra Señora del Lluch, ha recibido una reliquia del beato consistente en un trozo de la casulla manchada de sangre que el Papa llevaba el día que fue disparado. Este acto se une a las iniciativas llevadas a cabo por la Asociación Memorial Juan Pablo II para recaudar fondos y erigir una estatua del Papa polaco en el centro de Valencia. Ambos hechos denotan que su figura y mensaje continúa muy vivo.

Jóvenes portando la reliquia. / Ferrán España
Jóvenes portando la reliquia. / Ferrán España

El pasado 22 de octubre, coincidiendo con la festividad del beato Juan Pablo II, el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, hizo entrega de la reliquia a la Parroquia Nuestra Señora del Lluch (Alzira) en una eucaristía celebrada en el Palacio Arzobispal  y a la que acudió una buena representación de la parroquia. El párroco, Ramón Martín se muestra muy satisfecho y asegura que tener un “trocito” del beato en la parroquia “traerá muchos frutos”. “Los jóvenes  de esta parroquia han mostrado siempre una gran devoción por el Papa”- declara Martín -“se fueron en furgoneta hasta Roma cuando falleció, fue un gran grupo a su beatificación e incluso nuestro campamento, que lleva su nombre, se le ha encomendado; es muy importante para nosotros”.

Pablo Santón, un joven de la parroquia se muestra muy contento “aunque cuando murió yo tenía 9 años es una persona de la que me han hablado mucho, y muy bien. Ha cambiado la vida de muchas personas” también asegura que tener una parte de él en la parroquia “ayuda mucho, verlo te anima a parecerse a él y a ser más fiel a Jesucristo”.

Monumento a Juan Pablo II

Por otra parte, poco a poco la Asociación Memorial Juan Pablo II está haciendo posible que el beato ocupe un lugar privilegiado en Valencia, ya que desde abril del 2011 está recaudando fondos para levantar un monumento como homenaje. La presidenta de la Asociación, Pilar Sarrió, cuenta que con motivo de la beatificación “nos reunimos un grupo de católicos de Valencia  para homenajearlo y pensamos en hacer una estatua para que fuera testimonio de todo lo que había significado en nuestras vidas”. El escultor de la misma es Juan Manuel Miñarro, catedrático de la Universidad de Sevilla, que ya ha realizado una estatua del beato en la capital hispalense.

La Asociación permite abrir suscripciones populares para dar cabida a todo el mundo, “con pequeñas aportaciones de mucha gente se pueden hacer grandes cosas”, declara Sarrió. El pasado 21 de octubre organizaron un concierto para recaudar fondos y según la presidenta “tuvo muy buena acogida”. La presidenta destaca estas actuaciones porque así “la gente te ve, pregunta,  sabe cómo va el proyecto…”.

Asimismo, Pilar Sarrió comenta que están “muy contentos” desde la Asociación por el recibimiento de la reliquia en Alzira, ya que justo “es una ciudad que el Papa visitó hace treinta años con motivo de la riada”. Respecto al tema de los jóvenes, Sarrió es consciente de que los de hoy en día “son de Benedicto XVI, por eso pensamos que es muy importante que toda la aportación de Juan Pablo II se vea reflejada”.

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