«Cada alumno es un compromiso que nos ofrecen los padres»

Francisco Sánchez, director del CEU-UCH de Elche

Francisco Sánchez es un referente para los estudiantes del centro que la Universidad CEU Cardenal Herrera tiene en Elche y que él mismo dirige desde 1994. Su trayectoria es un fiel reflejo de lo que es la filosofía CEU: apoyar y acompañar a los estudiantes en unos años claves para ellos. Formado en la universidad de Radford (EEUU) y en la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas, ESADE, es, asimismo, director del Club Información del Diario Información de Alicante.

Pregunta. Usted es director del CEU de Elche desde sus inicios, en 1994. Dieciocho años después, ¿qué balance puede hacer de este proyecto educativo?
Respuesta. Las Instituciones tienen que hacer balance pensando en las personas. Más de 4.000 estudiantes egresados en esta Universidad le dan su verdadera fortaleza.
P. Ha declarado en numerosas ocasiones que el CEU apuesta por la formación integral del alumno. ¿A qué se refiere exactamente?
R. Si esta es una crisis económica grave, en cierta medida, lo es por la falta de valores. Formar a los alumnos en el conocimiento y dejarlos ayunos de comportamiento no hace mejor a esta sociedad. La honradez, la sensatez, el compromiso con los más desfavorecidos, la búsqueda de la verdad, no son ajenos a nuestro compromiso ético.

Atención personalizada

P. Otro de los rasgos distintivos del CEU es la atención personalizada. ¿Cómo se concreta?
R. Un alumno no es una matrícula. Cada alumno es un compromiso que nos ofrecen los padres. Y cada uno es, por su propia esencia, un ser inimitable. Tenemos que ser capaces de comprender al alumno desde su posición académica, pero también desde su realidad vital. No somos una academia. Somos una Universidad comprometida con todos los que han confiado desde siempre en nosotros.
P. El CEU responde a un claro ideario basado en el humanismo cristiano, ¿cómo se concreta?
R. El humanismo cristiano es la piedra angular de nuestra unión al catolicismo. Sin estridencias, sin obligaciones. Invitando al alumno a participar de un comportamiento que siempre es enriquecedor para su ser. El descubrimiento de la fe es una cuestión personal. La proposición, no la obligación, es el mayor don de la propagación del humanismo cristiano. La Asociación Católica de Propagandistas es nuestra fundadora. Y su carisma está claro. El humanismo cristiano es la constatación filosófica y práctica de que la formación siempre es técnica, pero siempre es humana.
P. En estos tiempos, ¿qué valores deben imperar en las nuevas promociones que salen de las universidades? ¿Y del CEU?
R. Los valores son universales y eternos. Hay que recuperar la honradez, la seriedad, el trabajo, la generosidad, el compañerismo… Las recetas que las familias nos han ido señalando a lo largo de la historia, fruto de una tradición cristiana.
P. El curso que viene ampliarán sus instalaciones con una segunda sede en el antiguo Palacio de Justicia. ¿No les afecta la crisis?
R. La crisis nos afecta a todos pero debemos apostar por el crecimiento. Creemos que este proyecto tiene futuro, por eso apostamos, con conciencia de que sólo se sale invirtiendo en mejora de instalaciones. Lanzando el mensaje a la sociedad de que las entidades apostamos por nuestro proyecto.
P. Pero con la coyuntura actual muchos estudiantes interesados en cursar una carrera en el CEU lo tendrán mucho más difícil…
R. Es un tiempo difícil, sí, pero nosotros hemos habilitado más becas que nunca porque nuestro carácter benéfico-docente nos obliga a ello. Aquí no hay accionistas, ni familias propietarias. Es una Fundación sin ánimo de lucro y ningún alumno se va porque no pueda pagar. Sólo el tema académico hace salir alguien de esta casa. Es nuestro compromiso con las familias.