• Henar L. Senovilla, responsable de Responsabilidad Social Corporativa en Ferrovial SERVICIOS, ha intervenido en la Semana de la Sostenibilidad organizada por el CEU

La gestión de la RSC en las empresas es el denominador común en la trayectoria profesional de Henar L. Senovilla. Desde hace más de 20 años, viene trabajando por generar valor diferencial a proyectos, empresas, clientes y marcas a través de prácticas de RSC. Una estrategia que “debe ser la hoja de ruta de cualquier empresa hoy”. La responsable de RSC en Ferrovial Servicios, alumni CEU, también reivindica que la Universidad genere al alumnado actividades altruistas y transformadoras, como el voluntariado universitario. Esta experta en RSC nos atiende antes de su intervención en la Semana Internacional en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Henar, durante una charla en la EOI

Para cumplir los ODS de Naciones Unidas, Ferrovial Servicios ha implementado el Plan de RSC 2021-23. ¿Qué actuaciones ha puesto ya en marcha la empresa dentro esta iniciativa?

Nuestro Plan de RSC contempla cinco líneas de actuación y se centra en consolidar un sistema de gobernanza ético y socialmente responsable. Este plan está certificado a través de la norma SGE21, por lo que una de sus principales líneas es el buen gobierno. Otra línea estratégica muy importante es la formación para el empleo y la inserción sociolaboral, ya que una empresa de servicios como la nuestra tiene una enorme capacidad de generar empleo. La tercera de nuestras líneas se refiere a la acción e innovación social, para tratar de generar impacto de forma innovadora. La cuarta, está referida al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Y la quinta va dirigida a las personas que formamos la organización.

¿En qué beneficia las empresas el vincular su estrategia de Responsabilidad Corporativa a la estrategia de negocio?

Realmente, hoy por hoy, no deberían existir dos estrategias diferentes, una de Responsabilidad Social Corporativa y otra de operaciones, porque la gobernanza ética, sostenible e inclusiva debe impregnar todo el modelo de negocio. La RSC en las empresas ha dejado de ser un ámbito voluntario, además, para ser cada vez más normativo. Y es que los retos a los que nos enfrentamos, sociales y medioambientales, demandan avances más rápidos. Una estrategia de RSC es imprescindible para mostrar un comportamiento alineado con el desarrollo sostenible. Ello implica la inclusión social de todos los grupos de población, el crecimiento económico integrador e inteligente y el cuidado del medio ambiente. La estrategia de RSC debe ser la hoja de ruta de cualquier empresa hoy.

Conciencia ciudadana y empresarial

¿Puede contribuir la creación de la Taxonomía verde a que las empresas adquieran mayor compromiso con la sostenibilidad?

Indudablemente. Marca el acceso a crédito. Las empresas que no hayan transitado a hacia la sostenibilidad por propia convicción ahora lo van a hacer por una cuestión financiera.

Desde su experiencia, ¿cómo puede la sociedad, los ciudadanos colaborar en la sostenibilidad más allá de lo que conocemos en la actualidad?

Manteniendo actitudes, hábitos y comportamientos éticos, sostenibles y saludables. Nuestro consumo mueve montañas. Nuestro reciclaje es básico. La ropa que compramos, los litros de agua que requiere cada prenda… todo esto hay que pensarlo en el día a día.

¿De qué manera puede contribuir la Universidad a fomentar la conciencia de los estudiantes en materia de sostenibilidad?

Los contenidos que se imparten actualmente han de transformarse, porque estamos en un mundo VUCA, en continuo cambio. El CEU en el que yo estudié no es el CEU de ahora, y esto es un signo de salud. La Universidad, en general, ha de preparar al alumnado para el mundo actual y futuro. Formándolos en las cuestiones éticas, de buen gobierno, en la Igualdad, en la Diversidad, en conocimientos mínimos sobre descarbonización, huella de carbono, huella hídrica, emprendimiento… Y debe proveerlos de actividades altruistas y transformadoras como el voluntariado universitario. Estos contenidos deben ya ser obligatorios para formar ciudadanos del siglo XXI.

Ferrovial desarrolla un completo plan de RSC comprometido con los ODS de Naciones Unidas

Comunicar la RSC en las empresas

Usted ha trabajado en diferentes sectores las cuestiones de RSC. ¿Qué cree que pueden o deben hacer las PYMES en materias de sostenibilidad?

En España, mucho, porque nuestro tejido empresarial básicamente se basa en pymes. Miramos a las grandes empresas, que tienen más capacidad de comunicar, pero la realidad es que el empleo y la actividad económica están en manos de pymes. Las pymes tienen una gran capacidad para impactar en el entorno local, más cercano, porque sus trabajadores y trabajadoras son locales, sus proveedores suelen ser locales… La pequeña y media empresa tiene realmente la capacidad de transformar y generar desarrollo socioeconómico en los entornos cercanos. Eso sí: necesita ayuda financiera, un músculo económico para poder implementar cambios.

¿Qué deben hacer las organizaciones, empresas e instituciones para incrementar la visibilidad de las acciones de sostenibilidad, como vía para la concienciación?

La comunicación y la responsabilidad social corporativa necesariamente tienen que ir de la mano, porque sin comunicación no hay transformación. Esto es un hecho. Por fantásticos que sean tus proyectos, tus iniciativas, si no los comunicas, la transformación es parcial. Todas las organizaciones, empresas e instituciones debemos acompañar nuestras estrategias de acciones comunicativas que generan sinergias, aceleración por mímesis… La sociedad necesita saber qué hacemos para animarse a subirse al carro del desarrollo sostenible.

El VII Informe del Impacto Social de las Empresas de Deloitte señalaba que las principales inversiones se centraban en 2019 en educación, la salud y el bienestar social. ¿Cree que con la crisis sanitaria actual se va a mantener en esas esferas o se van a derivar a otros ámbitos?

Creo que la actual crisis sanitaria nos ha devuelto una realidad que habíamos olvidado o que dábamos por hecho: la salud lo es todo. Es prioritario tener sistemas sanitarios públicos de cobertura universal robustos. Si no, el mundo se colapsa. En mi opinión, la crisis sanitaria debería enseñarnos a fortalecer los sistemas públicos sanitarios y educativos, transformar de manera acelerada digitalmente estos dos sectores y el laboral. Y repensar las deslocalizaciones de las cadenas de suministro, que además siempre son más contaminantes que si son locales. Efectivamente, desde mi punto de vista, sanidad, educación, digitalización e inclusión social son los retos. Nadie puede quedar detrás porque si no cerraremos en falso esta crisis planetaria. Leave no one behind.

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