• El objetivo: que los futuros maestros aprendan a aprovechar al máximo las tutorías para apoyar a las familias y sus hijos
  • Alumnos y antiguos alumnos de Magisterio, hoy maestros, han participado en este innovador proyecto

Un caso de bullying, bajo rendimiento escolar, el afrontamiento de la separación de los padres, la adaptación al cole en Infantil, el absentismo… son situaciones que se producen a diario en la escuela, para cuya detección y resolución es clave la colaboración con las familias. La tutoría es el instrumento idóneo para esta necesaria cooperación, pues funciona como una ventana que permite que ambos actores educativos, padres y maestros, se asomen, juntos, a la realidad y las necesidades particulares de cada uno de los niños.

La tutoría funciona como una ventana que permite que padres y maestros se asomen juntos a la realidad y las necesidades particulares de cada uno de los niños.

Para aprender a aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece la tutoría en la educación integral de los más pequeños, así como el estudio del contexto socioeducativo y profesional de los centros escolares, los profesores de Magisterio del CEU en Castellón acaban de poner en marcha una nueva iniciativa de innovación docente, denominada, precisamente, Proyecto Ventana.

Este original programa formativo permite que los futuros maestros profundicen, ya desde el primer curso, en esta herramienta educativa tan importante y, en ocasiones, poco valorada. Y lo hace, además, de un modo innovador: a través de metodología de la simulación.

Tutores, padres… acción

Esta es la escena: un aula en una escuela. Un/a estudiante de Magisterio del CEU ejerce el rol de tutor/a de Infantil o Primaria, según los estudios que curse. Es el día de las tutorías y está esperando que vayan entrando, uno por uno, los padres de sus alumnos para hablar sobre su evolución.

Los progenitores son interpretados por antiguos alumnos de Magisterio, hoy maestros. A cada uno de estos padres virtuales se le ha dado previamente la situación/problema del hijo/a y unas indicaciones sobre su propia actitud/circunstancias familiares, que van a influir decisivamente en el encuentro. Por ejemplo, un niño con alta capacidad y una madre en pleno proceso de separación.

gracias al circuito interno de vídeo del Centro de Simulación Avanzada, Los alumnos observan en directo las prácticas, que, además, están siendo grabadas para un posterior debriefing

El tutor no sabe qué se va a encontrar, solo cuenta con un breve correo electrónico que antecede a la visita familiar. Y debe ser capaz, durante la conversación, de entender las necesidades de la familia, llegar a consensos y elaborar un plan de trabajo conjunto para conseguir, entre todos, el bienestar del niño. Entra el progenitor y comienza el reto.

Mientras se desarrolla esta escena, el resto de compañeros de Magisterio está observándola en directo, desde un aula próxima, gracias al circuito interno de vídeo del Centro de Simulación Avanzada del CEU, donde se está celebrando realmente la práctica. Además, todas las tutorías están siendo grabadas para un posterior debriefing: un análisis conjunto e individual de los errores y aciertos de cada representación de acuerdo a las consideraciones teóricas previas estudiadas en clase.

Unas actuaciones muy reales

El hecho de que el papel de los padres haya sido interpretado por antiguos alumnos de Magisterio del CEU que ya ejercen como maestros añade, sin duda, un punto más de interés para los aspirantes a docentes, y refuerza, si cabe, su aprendizaje. Y es que, gracias a su experiencia en tutorías reales, los virtuales progenitores `pueden escenificar con mucha credibilidad su papel. Además, ver que ya están cumpliendo su sueño profesional supone un incentivo para los estudiantes de primero.

En esta primera edición del Proyecto Ventana han participado cinco antiguas alumnas de Magisterio que hoy ejercen profesionalmente: Judith Sanz, maestra de Infantil en el Colegio San Cristóbal; Silvia Bort maestra y coordinadora de Infantil en primer ciclo del mismo colegio; Patricia Gurrea, maestra de Primaria en el colegio La Consolación; Rocío Artero, coordinadora de Educación Infantil y maestra de Infantil en el colegio Bisbe Pont; y María Sanahuja, maestra de Primaria en el mismo colegio. Además, el Proyecto Ventana ha contado también con la colaboración de Miguel Ángel Tubilla, director del colegio La Consolación y de la antigua alumna,  y madre, Maite Martinavarro.

El hecho de que el papel de los padres haya sido interpretado por antiguos alumnos de Magisterio del CEU que ya ejercen como maestros añade un punto más de interés para los aspirantes a docentes

El Proyecto Ventana, en suma, pretende reforzar el valor de la colaboración de los maestros con la familia. “El objetivo final es que la labor de tutorías sirva realmente como un ejercicio de ayuda para las familias, para que sea un proceso de acompañamiento eficaz”, explica Carmen Muñoz, una de las profesoras de Magisterio del CEU que lo ha impulsado. “Queremos contribuir a que una familia vaya tranquila a la escuela. Que sepa que allí habrá un maestro capaz de comprender las necesidades de su hijo y que, además, moverá un gran arsenal de recursos para responder eficazmente a esas necesidades”, añade la profesora.

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