• Saray Ferrer Hernández, antigua alumna de Enfermería del CEU, trabaja desde hace dos años en Noruega, en Urgencias del Hospital universitario de Tromsø

Tromsø es la ciudad más grande al norte de Noruega, con una población de 80.000 habitantes y conocida por sus auroras y sus actividades de invierno. Encantos que superan las bajas temperaturas y que suponen un atractivo para muchas personas. Una de ellas es Saray Ferrer. “No tardé en enamorarme de ella”, asegura esta alumni que, después de trabajar en España al acabar la carrera en 2016, quiso “romper con lo establecido”. Su experiencia pone en valor la apuesta por la enfermería internacional.

Saray Ferrer, viviendo su experiencia internacional como enfermera en Noruega. Photo: Per-Christian Johansen, University Hospital of North Norway

¿Cómo fue acabar en una ciudad como Tromsø?

En mis primeros pasos por tierras vikingas, trabajé para una empresa de sustitución. Viajaba por todo el país hasta centros sanitarios que necesitasen enfermeros con contratos de carácter temporal. Una vez mejoré con el idioma, y quise estabilizarme en una ciudad, mandé mi curriculum al hospital universitario de Tromsø. Pasé el proceso de entrevistas y comencé a trabajar en el servicio de urgencias y observación con contrato fijo.

¿Desde cuándo estás ahí?

Llegué a Noruega en mayo del 2019, tras una formación presencial de noruego intensivo en Alicante que comencé en enero de ese mismo año, de la mano de la academia especializada Global Working. En mi cuenta de instagram @enfermeraenelnorte subo información sobre el país y sobre la enfermería en Noruega, para quien quiera preguntarme.

¿Es esta tu primera experiencia internacional?

Sí, no viví nunca un erasmus y una parte de mí tenía mucha curiosidad por vivir la experiencia y lanzarse a la aventura.

¿Por qué decidiste marcharte allí?

Estabilidad laboral y sentirme valorada y respetada como enfermera. En España, tal y como está organizado el sistema de salud actualmente, me llegué a sentir muy infravalorada. Me sentía como un número, no como una persona. Iba de un lado para otro, con turnos imposibles y gran cantidad de pacientes, a base de contratos temporales y no poder decir nunca que no a un sistema de bolsa que te obliga a aceptar contratos que no se adaptan a tus circunstancias personales.

¿Has trabajado anteriormente en otro sitio, una vez finalizada la carrera?

Sí, trabajé durante dos años en España. Tanto en el sistema privado de salud como en el público. Estudiaba para la oposición y me planteaba la especialidad o un máster. Mi situación era la misma que muchas de mis compañeras. Hasta que vi que tenía que hacer algo y romper con lo establecido.

Conociendo el funcionamiento de la sanidad española, ¿qué diferencias encuentras respecto del sitio donde estás trabajando?

Encuentro muchas diferencias en el carácter organizativo. Aquí la ratio enfermera-paciente es menor, las tareas son mucho más en equipo, no hay tanta sobrecarga laboral. El sistema de bolsa y oposiciones no existe. Se basan en experiencia, estudios, referencias y curriculum.

Saray destaca la formación y preparación que reciben los estudiantes en España frente a otros países. Photo: Per-Christian Johansen, University Hospital of North Norway

Profesionales mejor preparados en España

De tu paso por el CEU de Elche, ¿qué destacarías en cuanto a la formación que has recibido?

Creo que las enfermeras españolas están, con diferencia, mucho más preparadas que las noruegas cuando terminamos de la carrera. Aquí la carrera son tres años y apenas hacen prácticas. En España tenemos una formación excepcional y muy completa, tanto teórica como práctica. Destacaría la implicación del profesorado a nivel personal/tutorías. Y, también, la cantidad de servicios que tuve la oportunidad de visitar en el sistema de atención primaria y especializada.

Y en este sentido, ¿cómo fue la experiencia, más allá de lo académico, de estudiar en el CEU de Elche?

Época que recuerdo con mucho cariño y gratitud. Mis primeros pasos en esta profesión que he elegido como forma de vida. Me llevé grandes amigos y recuerdos inolvidables. Sin duda, una de las mejores etapas de mi vida.

Con sus compañeros del servicio de Urgencia del Hospital Universitario de Tromsø. Photo: Per-Christian Johansen, University Hospital of North Norway
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