- Hilari Gonzalo Micó, alumni del CEU de Elche, enfermero en la Residencia APSA San Juan, destaca el papel de estos profesionales en el cuidado de la salud de este colectivo
La atención a personas con diversidad funcional desde la Enfermería está adquiriendo mayor relevancia con la crisis del coronavirus. Hilari Gonzalo Micó lo sabe bien. Trabaja como enfermero en la Residencia APSA San Juan, una ONG que busca mejorar la calidad de vida de personas con diferentes capacidades durante todo su ciclo vital. La llegada de la vacuna contra la COVID 19 ha despertado ciertos recelos y miedos. Sin embargo, Hilari, que trabaja en el servicio de Salud de la residencia junto a una fisioterapeuta, lo tiene claro. “Todos tenemos ciertos miedos a lo desconocido y en parte esta vacuna cumple este criterio. El bien colectivo tiene que estar por encima de mis miedos”.
¿Qué papel desempeña vuestra organización con las personas con diversidad funcional?
Nuestro objetivo principal es acompañar y apoyar a nuestros usuarios y a sus familias, favoreciendo al máximo su autonomía y el desarrollo de su potencial. La entidad atiende a más de 2.500 personas al año en sus centros de la provincia de Alicante. La residencia, concertada con la Conselleria de Igualtat i Polítiques Inclusives, da respuesta a las necesidades de alojamiento, manutención y autonomía de 44 personas con diversidad funcional. Yo estoy al cargo del servicio de salud, de la residencia, junto a una compañera fisioterapeuta.
¿Puedes contarnos cómo es un día en tu trabajo?
Soy el responsable de del área de salud, junto a mi compañera fisioterapeuta, de la Residencia. No tenemos médico en la residencia, por lo que soy el primer filtro ante los cambios en la salud de las personas usuarias de la residencia. Tengo que valorar la demanda y tomar decisiones, dentro de mis competencias. Cuando exceden de mis competencias realizo la consulta al médico asignado en el Centro de Salud que nos corresponde.
¿Y cuáles son tus funciones?
Dentro de mis funciones en la atención a pesonas con diversidad funcional están la elaboración de la parte de salud del plan de actuación individual (PAI), de cada persona residente. Realización de su historial médico y seguimiento de las patologías crónica de la persona. Muchos de las personas residentes tienen tratamiento farmacológico crónico, teniendo que realizar las tomas de medicación y administración de esta. Curas diarias por realizar, acompañamientos a especialidades médicas de las personas residentes, y un largo etcétera de funciones. Con la aparición de la Pandemia, estoy en la gestión, como responsable, de los protocolos de la Residencia.
Enfermeros en la vacunación contra el COVID
¿Por qué crees que los profesionales de la Enfermería son los idóneos para la campaña de vacunación contra el COVID 19?
Sobre todo, por la formación que tenemos. Otro factor positivo es la implicación y disposición, desde el primer momento, de toda la profesión enfermera en la gestión de esta Pandemia.
¿Crees que se está aprovechando el papel de los enfermeros y enfermeras en esta campaña de vacunación?
La vacunación la están administrando profesionales de enfermería de Centros de Salud y Hospitales públicos, como pienso que deben de realizarse. Pero ante la falta de profesionales de enfermería, se podía haber aprovechado el gran número de profesionales que estamos en hospitales privados y centros residenciales, para apoyar la vacunación de la población.
Miedos ante la vacunación
¿Cuáles son los problemas con los que te encuentras durante el proceso de vacunación contra el COVID?
Los miedos y reticencias de algunas personas residentes y/o tutores de las personas con diversidad funcional.
¿Qué les dirías a los que dudan sobre si vacunarse o no contra esta pandemia?
Mi consejo es vacunarse. La vacuna es segura, ha pasado todos los controles de las agencias reguladoras de los medicamentos. Es la única manera de terminar con la Pandemia.
