Los profesores del CEU-UCH Enrique Lluch y Elisa Marco plantean con estas evaluaciones éticas superar el enfoque convencional de la RSC con el que algunas empresas solo buscan posicionarse en el mercado y obtener más beneficios

Elisa Marco, Josep Ochoa, Vicente Navarro de Luján y Enrique Lluch, en la presentación del libro "La función social de la empresa".
Elisa Marco, Josep Ochoa, Vicente Navarro de Luján y Enrique Lluch, en la presentación del libro «La función social de la empresa».

El Aula Broseta ha acogido el acto de presentación en Valencia del libro “Función social de la empresa: una propuesta de evaluación ética”, obra de los profesores del CEU-UCH Enrique Lluch y Elisa Marco, editado por Funderética, Fundación Europea para el Estudio y Reflexión Ética. En la obra, ambos autores configuran un nuevo concepto de Función Social Empresarial (FSE), que intenta superar las limitaciones éticas que tiene la RSC cuando es utilizada solo como una manera más de posicionarse en el mercado y no como una mejora real del comportamiento ético de la empresa. El director general de Responsabilidad Social de la Generalitat Valencia, Josep Ochoa, y el director de Proyección Social y Cultura del CEU-UCH, Vicente Navarro de Luján, presentaron la obra.

Escucha la entrevista en RNE-CV al profesor Enrique Lluch.

Ochoa, director general de Responsabilidad Social y Fomento del Autogobierno de la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación de la Generalitat Valenciana, destacó la sinergia entre la publicación de esta propuesta de evaluación ética de la función social de la empresa aportada por los profesores del CEU-UCH con la futura Ley de Fomento de la Responsabilidad Social de la Generalitat, que contempla la creación de la acreditación de Entidades Valencianas Socialmente Responsables.

Con esta nueva Ley, cuya tramitación está ya avanzada, la RSC superará, según ha destacado Josep Ochoa, el ámbito empresarial, ya que va a comprometer a la administración valenciana a contratar a empresas atendiendo a criterios sociales, ambientales y éticos y no solo economicistas. Según ha señalado, estos aspectos intangibles son los que no se ven, pero sin embargo son los que no se deben perder de vista.

Vicente Navarro de Luján ha destacado la dimensión humanizadora de la empresa que los autores Lluch y Marco aportan en el libro “Función social de la empresa”, que fundamentan tanto en la Doctrina Social de la Iglesia y las encíclicas en materia económica y empresarial, como en las corrientes filosóficas que han abordado las implicaciones éticas de la empresa, en especial la liderada por Stefano Zamagni. Coincidiendo con los autores, Vicente Navarro de Luján, ha destacado que en la empresa, el beneficio económico no es el fin, sino el instrumento para cumplir con su función social y subrayó la importancia de que las empresas tengan un rostro humano y se rijan por su preocupación por las personas.

Los profesores del CEU-UCH Elisa Marco y Enrique Lluch, junto al director general de Responsabilidad Social y Transparencia de la Generalitat Valenciana, Josep Ochoa.
Los profesores del CEU-UCH Elisa Marco y Enrique Lluch, junto al director general de Responsabilidad Social y Transparencia de la Generalitat Valenciana, Josep Ochoa.

Evaluaciones éticas

Los autores del libro y profesores del CEU-UCH, Enrique Lluch y Elisa Marco, presentaron también durante el acto la metodología de evaluación ética surgida de la obra, que se ya se aplica desde Funderética tanto a empresas como a organizaciones del tercer sector. El profesor Lluch, director del Departamento de Economía y Empresa del CEU-UCH, destacó que estas evaluaciones éticas permiten distinguir a aquellas empresas que creen en la RSC y trabajan por cumplir con su función social, de aquellas que solo la aplican obligadas por presiones externas o para obtener más beneficios, de un modo meramente instrumental. La profesora Marco, del Departamento de Comunicación e Información Periodística del CEU-UCH, detalló las dimensiones y criterios que se miden en las empresas en esta evaluación ética de su función social, con tres grados de nivel de cumplimiento –básico, medio y avanzado-, así como el carácter periódico de estas evaluaciones, que obliga a las empresas a aplicar mejoras en los ámbitos evaluados para progresar en su nivel de cumplimiento en las dimensiones de producto, personas y entorno.

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