Pasión, determinación y mucho trabajo, éstas son las herramientas con las que Alma Paula Aranda, fisioterapeuta de profesión y por convicción, se ha convertido además en una emprendedora en responsabilidad social. Con el éxito reciente del I Salón del Deporte Inclusivo y el impulso a la revista Insport, Alma trabaja ya en el desarrollo de un nuevo proyecto convertir a la Comunidad Valenciana en la mayor cantera de ciclismo adaptado de España”.

Alumna de la primera promoción de Fisioterapia de la CEU UCH nos descubre en esta entrevista la “magia” de su profesión y el porqué de su compromiso con proyectos inclusivos, “Es mi manera de luchar por alcanzar esa normalización de la diversidad funcional que hará a nuestra sociedad menos discapacitada”.

¿Cómo surge este compromiso con una sociedad inclusiva?

El trabajo con personas con discapacidad es lo que me enamoró de esta profesión, mucho antes incluso de empezar a estudiar la carrera. Con ellas he aprendido a ver la diversidad con total normalidad, y me ha sorprendido comprender que la sociedad muchas veces no está diseñada para todos. Cuando compartes una o dos sesiones semanales durante años con una persona, se crea un vínculo y un espacio en el que poder hablar abiertamente de todo. Siempre he pensado que muchas de las dificultades por las que pasan mis pacientes, se deben a esa falta de sensibilidad a la hora de crear nuestro entorno. Y es en parte culpa de ellos que ahora defienda abiertamente el diseño universal a todos los niveles. El organizar y colaborar en diferentes proyectos inclusivos es mi manera de luchar por alcanzar esa normalización de la diversidad funcional que hará a nuestra sociedad menos discapacitada.

¿Cuál es el balance del I Salón de Deporte Inclusivo que has organizado en Valencia?

Ha sido un éxito. Pese a las dificultades que han ido apareciendo por el camino, y a la falta de recursos, hemos conseguido realizar un primer evento piloto de lo que pretende ser una jornada de referencia sobre deporte adaptado en Valencia. Gracias al apoyo de la Fundación Deportiva Municipal, la UPV, el Colegio de Fisioterapeutas, gracias también a Germán García porque sin él habría sido imposible, a todos los clubes que ofrecieron sus actividades y a las empresas que colaboraron. Queda mucho por aprender, pero estamos seguros de que hemos logrado plantar la semilla de un gran proyecto.

¿Cómo responde la sociedad?

Es todo un reto para nosotros conseguir que la sociedad en general se interese por acudir a este tipo de eventos. Los proyectos inclusivos tienen la responsabilidad de crear impacto en todos, no sólo en un grupo específico de personas a las que ya sabes que les interesa el deporte o el tema en cuestión. Los que estamos en este mundillo ya estamos convencidos del valor y el beneficio de la inclusión, ahora hay que convencer al resto. Tenemos que dejar de intentar convencer a los demás y pasar a demostrarles la potencialidad de estos eventos.

Poner en marcha una empresa o un proyecto no es tarea sencilla, ¿cómo es emprender en solidaridad?

En mi caso, ha sido más fácil que cuando empecé montando mi clínica privada. Seguramente porque ya tengo mucha más experiencia que cuando la abrí hace más de 10 años. Aunque son campos y estrategias muy diferentes, soy consciente de todo lo que puedo conseguir con esfuerzo y trabajo, y esa confianza no la tienes con 24 años.

«Es apasionante creer en un proyecto y hacerlo realidad. Y si encima es algo que ayuda a hacer de este mundo un lugar mejor, imagínate»

¿Y ahora qué?

Estoy detrás de un proyecto muy especial: convertir a la Comunidad Valenciana en la mayor cantera de ciclismo adaptado de España. Un proyecto junto a Ruth Aguilar, Medalla de Oro al Mérito Deportivo de la GV en 2014 y miembro del grupo trainers paralímpicos de la ONCE – Ilunion; Cristina García, presidenta de la Asociación TetraSport, para el fomento del deporte en personas con discapacidad; y Mauro Xesteira, presidente de la Asociación Emprendedores Sin Barreras, para el fomento del emprendimiento en personas con discapacidad. Todo esto bajo el paraguas de la Asociación Tetrasport. Todavía no tenemos todos los detalles pero, entre otras cosas, traeremos una de las pruebas de la Copa de España de ciclismo adaptado. Además de esto, en mi mente siempre hay ideas locas capaces de convertirse algún día en grandes proyectos, pero para que vean la luz necesito encontrar el momento adecuado.

“Sabía que quería ayudar a la gente, curarles, cuidarles y ayudarles a sentirse mejor”

¿Por qué estudiaste Fisioterapia?

Cuando pasas la fase de niña en la que quieres ser todo aquello nuevo que conoces cada día, como bailarina, bombera, pescadera, o cantante; ya supe que quería ser fisio, aunque no sabía cómo se llamaba esa profesión hasta que me hice más mayor. Sabía que quería ayudar a la gente, curarles, cuidarles y ayudarles a sentirse mejor. Con los años descubrí que eso era la Fisioterapia, y aquí estoy, un montón de años después pudiendo decir que lo conseguí, y que no me equivoqué.

Dos másteres y cerca de veinte cursos de especialización relacionados con la Fisioterapia, los Deportes Adaptados, las Terapias con Animales… ¿hay que estar siempre a la vanguardia?

Lo que me apasiona es trabajar con personas con discapacidad, especialmente con niños, y tal vez he diversificado demasiado mi formación.  De todas formas, creo que es importante que un profesional no deje de formarse nunca. Es la única manera de no estancarte en tu trabajo, de no perder la motivación y de no acomodarte en protocolos cerrados que acaban despersonalizando tus tratamientos.

¿Cómo recuerdas tu paso por las aulas de la Universidad CEU Cardenal Herrera?

Lo recuerdo con mucho cariño. Fuimos la primera promoción, hace ya 16 años, y todo fue muy emocionante. Tanto para nosotros que veníamos del cobijo del colegio, como para los profesores que instauraban una nueva carrera en la Universidad.

Mi paso por el CEU fue muy fugaz, porque en los tres años de diplomatura no llegué a intimar con muchos compañeros. Siempre he sido muy independiente… Guardo contacto con algunas y algunos, pero seguramente menos del que me gustaría. Gloria, Lucía, Nacho.. Recuerdo también haber compartido carrera con Miguel Ángel Silvestre, y poder decir que en una práctica le di un masajito, aunque no fuera a mi clase, a la gente le resulta muy gracioso.

Tengo muy buen recuerdo de los profesores, Pedro Rosado, Javier Martínez Gramaje, Miguel Ángel Vidal. Sin ser conscientes del todo, ellos son parte importante de ese impulso que necesitas cuando empiezas a hacer tu propia vida.

«Siempre sentí que estaba en el lugar adecuado, y la Universidad me ayudó a ser quien soy ahora»

Enhorabuena Alma por tu labor y mucha suerte!!!

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