La investigación ha sido realizada junto a la doctora María Luisa Mateos–Lindemann, del Servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid

La profesora del Departamento de Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera Teresa Pérez Gracia y la doctora María Luisa Mateos–Lindemann, del Servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal, en Madrid, han publicado en la revista Medicina Clínica un estudio que revisa, a través de datos clínicos y epidemiológicos, el estado actual de la hepatitis E en España. La infección por el virus de la hepatitis E (VHE) es una enfermedad muy prevalente en países en vías de desarrollo, donde sus manifestaciones clínicas y la epidemiología son bien conocidas. Pero recientemente se han detectado casos esporádicos en países desarrollados, como España, en pacientes sin ningún antecedente de viajes a estas regiones.

El estudio revela que en nuestro país se han comunicado recientemente varios casos de hepatitis agudas, crónicas, e incluso fulminantes, producidas por este virus, sin que se conozcan exactamente los factores de riesgo asociados. Se sabe con certeza que es una zoonosis que afecta a la cabaña porcina en España, pero en la mayoría de los pacientes la vía de transmisión es desconocida. A pesar del aumento de estos casos agudos y crónicos registrados, el estudio de las profesoras Pérez Gracia y Mateos-Lindemann revela también que la tasa de prevalencia en Madrid y Valencia (del 2,9 y del 4%, respectivamente) está en la media de los países industrializados, en los que varía desde el 3% en Japón hasta el 21,3% en EE.UU. Cataluña tiene la tasa más alta, con un 7,3%.

Enfermedad emergente

En los países desarrollados se ha confirmado la circulación del virus en aguas residuales y en granjas de cerdos, pero el riesgo de infección es escaso, a diferencia de los países en vías de desarrollo, en los que se originan epidemias de hepatitis agudas por transmisión fecal-oral, más frecuentes en épocas de inundaciones y otras catástrofes naturales, unidas a condiciones sanitarias deficientes. Según estimaciones de la OMS, alrededor de 2000 millones de personas, lo que representa un tercio de la población mundial, viven en zonas endémicas para el VHE y por lo tanto, están en riesgo de infección.

El curso clínico más frecuente en los casos detectados recientemente en España es una hepatitis aguda, que a veces requiere hospitalización, pero en enfermos trasplantados o infectados por el VIH puede dar lugar a hepatitis crónicas. Asimismo, el virus puede presentar un riesgo importante en mujeres embarazadas. Por las tasas de prevalencia citadas, las investigadoras señalan que deberían detectarse más casos y que este infradiagnóstico puede deberse a que la hepatitis E puede cursar con síntomas inespecíficos que pasan desapercibidos.

Diagnóstico y tratamiento

Según el estudio realizado por las investigadoras de la CEU-UCH y el Hospital Ramón y Cajal, el diagnóstico de los casos registrados en España se ha basado en la detección de anticuerpos IgG e IgM contra el VHE en sangre, por métodos inmunoenzimáticos. Sin embargo, las autoras del trabajo afirman que una prueba de gran utilidad para confirmar el diagnóstico es la PCR, que detecta el ARN del virus en sangre y además permite conocer el genotipo. Desafortunadamente, esta prueba no está comercializada y solo se dispone de ella en algunos laboratorios de referencia.

En la actualidad no existe ningún fármaco antivírico específico para la hepatitis, aunque se han tratado algunos pacientes con interferón pegilado alfa2a con una evolución satisfactoria. Tampoco se dispone de una vacuna eficaz, aunque se están investigando dos prototipos con resultados prometedores: aproximadamente un 100% de tasa de eficacia protectora en voluntarios.

Más información sobre el artículo, en PubMed.

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