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  • Rosa Cano, pediatra de La Fe, ha explicado a los futuros maestros y enfermeros cómo colaborar en su detección precoz

“Los maestros y los enfermeros pueden contribuir a la detección precoz de los trastornos del espectro autista iniciando la cascada del diagnóstico”. Así lo ha afirmado Rosa Cano, pediatra del Hospital Universitario La Fe, en la charla que ha pronunciado esta mañana en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Castellón dentro del ciclo “Educar para la Salud”.

La doctora Cano ha insistido en la importancia de que los profesionales que están en contacto con los niños, realicen una atención integral de los mismos y “ante una conducta o síntomas que les resulten sospechosos, les recomienden a los padres llevarlos al pediatra”. Y es que, ha explicado Cano, “aunque los padres son los primeros en ver que algo no va bien, tienden a poner plazos para que las cosas cambien”. “Se inquietan pero no se preocupan si no hay alguien más que se lo diga, ha añadido la pediatra, y ahí podemos jugar un papel importante los demás”.

Precisamente la mejoría de la detección precoz y la mayor concienciación explican en parte el notable incremento de casos de trastornos del espectro autista que se vienen registrando en los últimos diez años, ha explicado la doctora. Y es que los datos son impactantes: de un caso cada ciento cincuenta niños en 2000 se ha pasado a uno cada sesenta y ocho en 2010, según ha publicado este mes de marzo el Centro para el  Control y Prevención de Enfermedades (Estados Unidos).

Cano ha realizado explicado a los alumnos de Medicina, Enfermería y Magisterio del CEU los síntomas habituales de los TEA (relacionados con la conducta, el lenguaje y las habilidades sociales), poniéndolos en relación con los hitos del desarrollo de los niños en las edades correspondientes.

Además, ha detallado cada una de las fases de la cascada diagnóstica, que se inicia en el pediatra, quien, tras realizar la historia clínica y el diagnóstico diferencial, remitirá el caso a Neuropediatría para un diagnóstico certero y el inicio del tratamiento.

Rosa Cano ha recordado que estos trastornos tienen una causa neurobiológica, con una base genética todavía por acotar, que pueden ser desencadenados por factores ambientales, acabando, así, con algunos mitos sobre el origen del autismo, que ponían el acento en factores medioambientales, alimentarios e incluso en algunas vacunas.

Educar para la salud

El ciclo que organiza la CEU-UCH incluye un conjunto de charlas destinadas a sus alumnos de Enfermería, Medicina y Magisterio, y abiertas también a la ciudadanía castellonense, con el objetivo de promover hábitos saludables a través del análisis de temas como los riesgos y protección de la salud mental, los trasplantes, el tabaquismo, la detección del autismo o la musicoterapia.

Hasta el momento, además de la doctora Cano, han participado en este ciclo Esther Chuquimia, investigadora del Instituto Nacional de Laboratorios en Salud de Bolivia; Carmen Leal, catedrática de Psiquiatría y secretaria general de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana; el presidente de esta entidad y catedrático de Histología y Anatomía Patológica, Antonio Llombart; Mikel Martínez, suboficial jefe de Voluntarios del Consorcio de Bomberos de Castellón; David Monferrer, jefe del Parque de Bomberos Voluntarios L ‘Alcalatén; y Ramón Sousa, cirujano del equipo de trasplante hepático del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza.

 

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