Antes de graduarse, en 2015, ya estaba en contacto con el mundo de la educación a través de prácticas y otros proyectos. Y nada más obtener su título en Educación Infantil en el CEU de Elche, se integró en el equipo tuXc Coaching con el que imparte clases de robótica educativa a niños y adolescentes en Robotuxc Academy y otros centros educativos de Alicante.
Su objetivo: educar a niños felices. Sus herramientas: la innovación y la pasión por enseñar, junto a la formación de calidad que, dice, caracteriza a su antigua universidad.
Es Marina Muñoz y lo cuenta en esta entrevista.

¿Por qué te dedicas a esto?

Mi pasión es enseñar y siempre me han llamado la atención las escuelas innovadoras que permiten a los niños desarrollarse como personas. Eso me llevó a impulsar este proyecto de robótica educativa donde los niños aprenden mientras se divierten, son creativos, aprenden a trabajar en equipo y desarrollan habilidades que van a necesitar el día del mañana.

¿Mientras estudiabas la carrera pensaste que trabajarías con la robótica educativa?

(Risas). La verdad es que no, pero sí que tenía claro que quería enseñar de una forma diferente. Por eso durante toda la carrera también me estuve formando paralelamente, de forma que me complementara como futura maestra.

‘Me parece muy importante el contacto temprano con el mundo profesional, ya que toda la teoría que estás dando en la carrera la puedes contrastar con la práctica’

Echando una mirada a tu currículum sorprenden las numerosas prácticas y trabajos vinculados al mundo de la educación que realizaste durante tu época universitaria… 

Sí. Todos los trabajos que he desempeñado me han servido para aprender y ver cómo se trabaja dentro de la comunidad educativa. Me parece muy importante el contacto temprano con el mundo profesional, ya que toda la teoría que estás dando en la carrera la puedes contrastar con la práctica.

‘Mi pasión es enseñar, y siempre me han llamado la atención las escuelas innovadoras que permiten a los niños desarrollarse como personas’

Además, me sirvió mucho para aprender a desenvolverme. Estar en contacto con maestros fue muy interesante, ya que me ayudaba a entender diferentes acciones que realizaban en las aulas y a aprender estrategias que ahora estoy utilizando.

Otro de los aspectos que destaca de tu joven currículum es una Matrícula de Honor en el TFG, que aborda una cuestión bastante actual: la resiliencia y la felicidad de los niños. ¿Debe el maestro educar en felicidad?

Si en algo estamos de acuerdo padres, madres y profes es en que queremos que nuestros niños y niñas sean felices. Les enseñamos a leer, a contar, a aprender otros idiomas, además les inculcamos valores… Pero ¿y la felicidad? No debemos olvidar que tratamos con personas, y que cada uno de nosotros quiere ser feliz.

‘También es labor de los maestros guiar a los niños hacia la felicidad, y la resiliencia, que se nutre de las ganas de aprender de lo que nos ocurre, es fundamental para ello’

Por eso también es labor de los maestros guiarlos hacia el camino de la felicidad, y la resiliencia es un aspecto fundamental para vivir una vida feliz que, además, se nutre de las ganas de aprender de todo aquello que nos ocurre, tanto positivo como negativo, y de la forma de hacer frente a los obstáculos que nos permite seguir creciendo como personas.

La felicidad está íntimamente conectada con la inteligencia emocional. Con esta empresa has realizado también formación en esta materia. ¿Con qué objetivo?

Me parece esencial introducir la inteligencia emocional como herramienta educativa. Hemos realizado varios proyectos en distintos colegios y tuvieron muy buena acogida, tanto por las familias como por los docentes.

Me parece importantísimo que los profesores estén formados en inteligencia emocional, ya que es la base de la educación. Y es que las emociones nos acompañan cada día, y son las que van a determinar nuestra conducta, la forma de ver las cosas. En definitiva: van a condicionar nuestra vida.

‘El CEU siempre ha tenido algo especial. Lo mejor de todo es el contacto profesor-alumno además la calidad de la enseñanza’

Por eso es clave trabajarlas desde la etapa de Educación Infantil, ya que adquirir competencias emocionales va a preparar a los niños y niñas para la vida, y sobre todo van a poder enfrentarse a diferentes tipos de situaciones. Una vez que los niños aprenden a ser inteligentes emocionalmente, aprenderán mejor en la escuela.

Formación en inteligencia emocional. ¿Qué otros requisitos debe tener un buen maestro?

Para mí el maestro o la maestra ideal es quien nunca se cansa de aprender, siempre investigando por hacer cosas nuevas con sus alumnos, quien no para de formarse y formarse… quien disfruta de su trabajo. Es un gran mediador de conflictos, pero sin castigos. Es quien invita a debatir para estimular que piensen por sí mismos qué es lo que ha ocurrido.

Es quien transmite a los niños las ganas por aprender cosas nuevas, y que les estimula para descubrir y experimentar el mundo que los rodea.

‘El maestro ideal nunca se cansa de aprender, INVESTIGA para hacer cosas nuevas; no para de formarse, disfruta de su trabajo Y DEJA HUELLA EN EL CORAZÓN de sus alumnos’

Es creativo e innovador, piensa en cómo sorprender a sus alumnos. Tiene paciencia infinita.

Es quien comunica, quien dinamiza sus clases, quien juega con sus alumnos, ya sean de Educación Infantil, Primaria o Secundaria.

Es quien los acepta tal como son.

Es aquella persona que quiere a sus alumnos, pero que los quiere de verdad.

Es quien les transmite valores, quien los motiva, quien no les deja que se rindan, quien les hace aprender de los errores, quien les escucha, quien les enseña a ser personas

En definitiva, el maestro o la maestra ideal, desde mi punto de vista, es quien comprende al niño como una persona individual, quien deja huella en su corazón.

Casi nada… Estás enamorada de tu profesión.

Sí. Considero que mi profesión es algo maravilloso por todo el aprendizaje que recibo de los alumnos. Los niños me inspiran, me llenan de alegría y me hacen ver que la vida no es tan complicada como la hacen ver a veces los adultos.

Los niños son un tesoro. Además, me impulsa a seguir creciendo como persona y seguir formándome, ya que para ellos soy un ejemplo a seguir.

Viajemos al pasado reciente. ¿Contenta con tu formación en el CEU?

El CEU siempre ha tenido algo especial. Lo mejor de todo es el contacto profesor-alumno además la calidad de la enseñanza.

El CEU me ha permitido desarrollarme como persona, dar charlas en colegios, participar en congresos… Creo que, si tú estás dispuesto a querer desarrollarte y aprender, esta universidad te abre un mundo de posibilidades.

‘Los niños me inspiran, me llenan de alegría y me hacen ver que la vida no es tan complicada como la hacen ver a veces los adultos’

¿Qué consejos darías a los alumnos que se están formando en el CEU para ser maestros?

Sobre todo, me gustaría que entendieran que Magisterio no solo es una carrera, sino una vocación, ya que la labor que realizan los docentes es algo muy importante. Que nunca dejen de aprender y que siempre quieran dar lo mejor de ellos a sus alumnos.

¿Tus planes de futuro?

Quiero seguir haciendo crecer este proyecto que engloba todo lo que persigo como maestra y, sobre todo, no quiero dejar de formarme para seguir creciendo y aprendiendo.

Pues a por ello. Muchas gracias.

A vosotros.

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