Miguel Ángel Font, antiguo alumno de Comunicación Audiovisual de la Universidad CEU Cardenal Herrera, acaba de ganar el Méliès de plata en el Festival Razor Reel de Flandes con Sinnside. A este prestigioso premio que concede la European Fantastic Film Festivals Federation a los mejores cortometrajes de cine fantástico europeo del año, todavía puede sumar el Méliés de Oro, por el que opta en la siguiente fase de la competición.
La trayectoria del antiguo alumno de la CEU-UCH está jalonada de éxitos y reconocimientos por su trabajo desde aquellos primeros Premios Proyecta a la Mejor vídeocreación en 2011 y 2012. En el campo fantástico, además de recibir diversos galardones internacionales, ha sido seleccionado para los festivales de Sitges, Cannes (Short Film Corner), Semana de Terror de Donostia y Festival de Leeds.
Font, que también es autor de la premiada trilogía de Fashion Film Eiénesis y del inminente programa para televisión sobre hipnosis El Trance Positivo, ha conversado con Actualidad CEU sobre sus proyectos y las claves para hacerse un hueco en el sector audiovisual.
Pero, además de la entrevista, que reproducimos tras el vídeo, este creativo formado en las aulas de la CEU-UCH se ha animado a grabar un CEUen3 Emprendedores:
Acabas de alzarte con uno de los premios más prestigiosos en su categoría, ¿Cómo te sientes?
Siempre que ganamos un premio con un proyecto, lo primero que siento es gratitud hacia el festival por su confianza. También alivio, ya que a día de hoy no es suficiente con realizar buenos trabajos, sino que hay que “adornarlos” con multitud de proyecciones, selecciones y premios que lo avalen (aunque esto nunca dejará de ser un tanto relativo). Y acto seguido pienso en el equipo y me alegro de que puedan sentir que su trabajo valió la pena más allá de la experiencia de creación del proyecto.
¿Pensabas que podías ganar?
No, porque el nivel de competición dentro de la sección Méliès de Plata es altísimo y hay muchos candidatos. Al Méliès no te puedes presentar: es una selección dentro de la selección de los festivales, muchos de los cuales se pusieron en contacto conmigo tras estrenar Sinnside en Sección Oficial del Festival de Sitges 2013, por lo que ha sido un encuentro mutuo.
Has sido uno de los pioneros en España en crear Fashion Films, que te han hecho ganar numerosos galardones internacionales. ¿Qué te llevó a apostar por ese formato?
Llegué a este formato por casualidad; nada más licenciarme en el CEU decidí preparar un proyecto personal más cercano al vídeoarte que a los vídeoclips y cortometrajes que llevaba realizando durante los años anteriores, así que decidí potenciar el componente estético del proyecto, Eiénesis, a través de la moda.
Cuando estrenamos Eiénesis en los cines Babel en septiembre de 2010, una revista se refirió al trabajo como “fashion film”, y ahí descubrí lo que era. Luego ya vinieron los festivales, premios, proyecciones, etc.
Precisamente presentaste un FF a Proyecta y te lo premiaron cuando prácticamente nadie sabía qué era aquello. ¿Te sirvió este reconocimiento?
Me sirvió sobre todo el premio. El dinero lo destiné a pagar el viaje a California para presentar Eiénesis en La Jolla Fashion Film Festival y aún edito con la suite que me regaló Adobe. ¡Bendito Premiere y su licencia original!
¿Qué utilidad crees que tiene un certamen como Proyecta?
Además del premio, el apoyo y difusión que se le da al trabajo. Cuando estaba en la universidad sentía mucha inseguridad frente al futuro, al qué hacer para luchar dentro de un sector tan competitivo y complicado como el nuestro, así que los festivales ayudan a crearte una confianza y una tranquilidad, o una inquietud de seguir apostando por hacerlo mejor.
Parece que el sector audiovisual no atraviesa por uno de sus mejores momentos. ¿Cómo hacerse un hueco?
El audiovisual es un sector muy amplio y sí que hay partes de él que están copadas o son de difícil acceso pero, por otro lado, existe un incipiente número de festivales e iniciativas culturales que dan salida a nuestros proyectos. Es un camino largo, pero yo ahora siento que es más fácil realizar un trabajo y moverlo que cuando empecé con los fashion film en 2010.
En esa época había quizá 3 festivales en todo el mundo, y ahora hay más de 15 y tengo conocimiento de que hay unos cuantos más gestándose en distintos países y ciudades, así que no creo que sea útil centrarse en lo maltrecho de un sector que, para mí, simplemente está en proceso de cambio.
¿Qué consejos puedes dar a los estudiantes para iniciarse en este mundo? ¿Qué pueden hacer desde ya?
Generalmente, el ego es un problema. Nos involucramos tanto en lo que hacemos que nos cuesta mirar con coherencia el resultado final, así como a los compañeros. Los principales males de este sector son la falta de autocrítica y el exceso de comentarios negativos hacia el resto, por lo que más allá del clásico “rueda y prueba, no pares etc.”, que también es buen consejo, yo hablaría antes de este problema, muy extendido y que genera un ambiente de poco compañerismo y nula deportividad. Tampoco aconsejaría una actitud victimista.
Sí apostaría por un cuidado no solo de la forma, sino también del contenido.
¿Qué queda por hacer en el mundo audiovisual?
De todo. Las tecnologías avanzan y, con ellas, se rompen los límites creativos. El límite te lo das tú mismo, tus ideas.
¿Y qué te queda a ti por hacer? Cuéntanos tus próximos proyectos.
En enero empezaremos la emisión en TV de mi primer reality-coach show: El Trance Positivo, producido por Televísame. Es un programa que mezcla cine, documental y reality sobre la hipnosis y sus aplicaciones, sobre todo a nivel terapéutico, con el reputado hipnotista Toni Pons. La experiencia y el resultado han sido increíbles, tengo muchas ganas de difundirlo.
Por otro lado estoy preparando un vídeoclip para la banda catalana Suddenlash y trabajando en la postproducción de mi próximo cortometraje, esta vez de ciencia ficción, XMILE, un proyecto muy complicado que mezcla muchísimas disciplinas tanto técnicas como artísticas.
